A golpe de tango mis pies se deslizan por el barrio Peña Grande de Madrid, el nombre del restaurante lo dice todo El Viejo Almacén de Buenos Aires. Y así llevado por la letra «Mi Buenos Aires querido, cuando yo te vuelva a ver, no habrá más penas ni odio…» que en mis oídos no quiere cesar, la fachada del restaurante me deja claro que he llegado.
Por dentro no puede ser más interesante, un autentico viaje directo a Buenos Aires, el lugar ideal para nostálgicos de la bella Argentina o para amantes de restaurantes con personalidad.
Cada rincón guarda cientos de recuerdos de Argentina, podría recrear todo el restaurante aquí en imágenes pero prefiero reservar la sorpresas y el disfrute a mis seguidores al llegar a este templo del recuerdo.
Hoy no podré disfrutar de su interior, me han invitado a conocer en su curiosa terraza, semejante a una plaza humilde arrabalera porteña, un menú que pretende mostrar su gran oferta de carnes, le han llamado «Agape Carnes del Mundo».
Con este gráfico se puede observar claramente cada una de las partes que componen este menú absolutamente carnívoro, precedido por unos aperitivos o entretenimientos compuestos de Empanadas de Copetín (Choclo, Queso y Cebolla y Carne) y una desengrasante Ensalada de Rúcula y Cítricos.
Clasificadas por piezas diferentes de cada animal y bien definidos los tipos de ternera traídos de todo el mundo fuimos probando cada una de ellas.
Todo un espectáculo carnívoro para los amantes de las proteínas, un viaje por varios continentes para descubrir las piezas más selectas de sus reses. Y aprovecho las palabras de Carlos Gardel para definir lo grande que es recorrer el planeta y conocer gentes del mundo y sus gastronomías, el nexo de unión la humanidad «La gente de distintas partes del mundo podrá tener diferentes costumbres, idiomas extraños. Pero hay algo más hondo en común: la afinidad que nos da saber que todos somos miembros de la familia humana. Todos somos hermanos».
César Ruda, propietario y segunda generación de gerencia de este restaurante, ha puesto a este menú un precio más que aceptable, 34 euros (sin bebidas ni postre).
Y como vine me voy, a golpe de tango, desde el interior los músicos amenizan la noche con la segunda frase de ese tango universal, por la calle y bajo el farolillo de El Viejo Almacén de buenos Aires la canción que inmortalizase el gran Carlos Gardel me persigue y no me importa «El farolito de la calle en que nací fue el centinela de mis promesas de amor, bajo su inquieta lucecita yo la vi»
El Viejo Almacén de Buenos Aires
c/ Ramon Gomez de la Serna, 4- 28035 Madrid. Tel. 91 738 89 26. Horario: 13.30-16.00 h. y 21.15 a 00.00 h. (cerrado domingos noche y lunes todo el día).