Los seguidores de mi blog ya saben que soy un defensor a ultranza de las últimas fronteras naturales del mundo, de entre ellas si hay algo que me fascina son aquellas donde la naturaleza ha creado maravillas con el hielo y donde las condiciones climáticas son tan duras que el hombre habita a duras penas. 
Mis viajes a lo largo del mundo y por estos singulares espacios resguardados del ser humano me han enseñado que debemos respetarlos, protegerlos y mostrarlos como  ejemplo para generaciones venideras.


Hoy me sumo a la protesta incondicional y enérgica de Greenpeace contra la ambición desmedida de las petroleras, concretamente una de las más sucias que ya ha realizado estragos en el medio ambiente. En esta ocasión su objetivo es el virgen e inmaculado ártico. Si los osos polares ya lo tenían mal para sobrevivir por culpa del cambio climático ahora este proyecto absurdo puede acabar con sus vidas definitivamente. 
Mientras lees estas líneas activistas de Greenpeace están llevando a cabo una acción para impedir que la petrolera Shell siga con sus prospecciones en el Ártico.
El Ártico es un ecosistema único y es patrimonio de todos. Está en peligro por lo intereses económicos de las compañias petroleras. 
El ártico vuelve a estar amenazado. ¿El motivo? Shell quiere comenzar a extraer petróleo de uno de los paisajes más bonitos del planeta y el frágil ecosistema en el que habitan muchas especies icónicas como los osos polares.
Activistas de Greenpeace han conseguido bloquear la salida del petrolero de Shell que pretendía zarpar hacia el Ártico. Hemos ganado una batalla, pero te necesitamos para seguir protegiendo el Ártico, donde cualquier accidente podría tener consecuencias desastrosas.
¡No te quedes parado, haz algo para proteger el Ártico, no te costará dinero! 

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