De Sacha Hormaechea se ha hablado tanto y tan bien que es complicado no repetirse, su fama se la ha ganado a pulso, a pulso de trabajo y sencillez, de cocinar sin fisuras el mejor producto, por su destacada personalidad y su simpatía natural, alabado por todos los gourmets de Madrid, conocido por sus geniales camisetas y por hacerte reír siempre, así es el eterno Sacha, y así es otro día más en su Botillería y Fogón Sacha.

Comenzamos con la Tapa de medregal, acompañan con almendras que tan bien van con la Seriola Fasciata, un delicado pez que alcanza los 67 cms de largo y cuya carne rosada es rica en Omega 3.

Me apetece un Ribeiro, Sanclodio, elaborado en Leiro con variedades autóctonas del Ribeiro (Treixadura, Godello, Albariño y Loureira). Notas frutales, florales y minerales que parten de sus suelos graníticos.

Las Brevas con jamón no me pasan desapercibidas en los platos del día, es la definición de la cocina de Sacha, producto, sencillez sin invasión, resultado siempre 10.

Mejillones de taberna, así llama Sacha a sus mejillones de roca.

Y de lo canalla a lo divino, Salpicón de lujo llama al siguiente plato, un emocionante y clásico salpicón de lubricante o bogavante.

Un salmonete impecable sigue el ritmo de nuestro marítimo menú.

Y terminamos con Mero suculento, dentro de sus platos contundentes, ligado con una salsa rica marinera.

Un día más de felicidad en casa de Sacha, y en su deseada terraza, ¿se puede pedir más?