Comer a 160 metros del suelo en Madrid supone estar en el restaurante situado a mayor altura de España. Ayer se presentaba en Madrid el nuevo restaurante, ÉLKAR, en la planta 33 de la Torre Emperador, una de los cinco rascacielos más altos de la capital, en el Paseo de la Castellana, 259 D.
Los Chefs Sergio Ortiz de Zárate (Rte. Zarate* de Bilbao) y Beñat Ormaetxea (Rte. Jauregibarria de Amorebieta-Etxano) suman su experiencia en cocina para trazar un proyecto continuo a cuatro manos, a su lado Eduardo Maroto que gestionará el día a día de este interesante proyecto gastronómico impulsado por Aramark España. En sus cocinas un producto de máxima calidad llegado cada día de Santurce, Santoña, Hondarribia, Getaria y de la huerta de Aranjuez dará forma a la propuesta de estos dos grandes cocineros vascos que unen el dominio de la cocina del pescado y de la caza.
La sala principal se ha diseñado en dos alturas para que ningún comensal pierda las extraordinarias vistas que tiene el local.
Según se recorre el restaurante se puede ver toda la Castellana o las sierras de Madrid y Guadalajara, todo un espectáculo que a esa altitud se convierte en uno de sus puntos fuertes.
Sus sala privadas de hasta 12 comensales serán un lugar muy deseado en Madrid con total seguridad, exclusividad total.
La inauguración estuvo acompañada de los ritmos puramente vascos de dos txalapartaris que mostraron a los presentes el arte de la txalaparta. En el comienzo algunos aperitivos cargados de sabor de mar como Ensalada de bogavante, tartar de manzana verde y mahonesa de Módena, Centollo con jugo de gallina y erizo y Mini lenguado al pil-pil y otros como el Taco de foie, puré de higos y canela con mahonesa de avellanas y el impresionante Ravioli de begihandi me ganaron incondicionalmente antes de pasar a la sala.
Un profesional equipo de sala tiene el placer de trabajar con una bodega de más de 300 referencias. Juan José González es el sumiller que gestiona su bodega, su formación y paso por notables salas de Madrid garantiza el mejor servicio.
Ya en mesa el espectáculo comienza con una impresionante Lubina salvaje asada.
…servida de forma tradicional, aunque ya me avisan los dos chefs que hoy voy a disfrutar de un menú sencillo y que hay mucho que probar…
Impecable preparación y punto de la lubina que sigue en igualdad de condiciones una Presa Ibérica de bellota, asada y reposada con chimichurri y finas hierbas. Punto perfecto para la siempre delicada presa que acompañan con una memorable y otoñal crema de castañas.
Para romper sabores y llegar al postre una Nube cítrica hace bien su trabajo limpiando boca y preparando para un clásico de Madrid.
Y hacen bien en atreverse a servir en sus mesas esta Torrija que va a gustar y mucho a los madrileños.
Ha sido el primer día de prueba, regresaré muy pronto para ver al equipo ya rodado y en punta de excelencia que ya la tienen, será uno de los restaurantes preferidos de la ciudad, seguro!!!! Mi enhorabuena y mejores deseos para este singular proyecto liderado por dos grandes cocineros y seres humanos, zorte on!!!