Carles Abellan es un referente indiscutible de nuestra gastronomía, en la escuela se codeó con una generación de grandes cocineros como Sergi Arola, José Andrés, Morros, Gatell y Marqués, entre otros, fueron sus compañeros, aquello sin duda ya marcó su futuro. Un futuro que se modeló primero en Odisea, con Antonio Ferrer, y que se materializó en El Bulli con Ferran Adriá, continuando en Talaia Mar, donde Ferran y Juli le convirtieron en jefe de cocina, en aquella aventura tuvo a su lado a Sergi Arola y Oriol Balaguer. Un viaje a Sevilla para hacerse cargo de la gastronomía de hotel Hacienda Benazuza cambió de nuevo su destino junto a los artífices de El Bulli. Llegó la independencia con su primer restaurante Comerç 24 y después Tapas 24, luego Bravo en el muy glamuroso Hotel W***** y por último Suculent.
Hoy os llevo a Tapas, 24 Diagonal-Tuset, modelo que ha llevado también se puede disfrutar en el local de Psg de Gracia con Diputació, los futboleros en el Camp Nou, y más sofisticado y con una estrella Michelin en La Barra del Hotel W.
Ha sabido Carles recuperar un ambiente que viví en mi juventud en la ciudad de Barcelona y que me agrada especialmente, la esencia de los auténticos bares, este local guarda la esencia del tiempo.
En sus paredes entrañables carteles, ya históricos, que cuentan la realidad de una Barcelona por desgracia olvidada, con frases grabadas en los cristales que te hacen sonreír. Cuenta Carles, en este «bareto» como a él le gusta llamar, con Miguel un camarero con la impronta genial también de otros tiempos, divertido, locuaz, con esa retranca que da trabajar en una barra toda la vida, jiennense para más señas.
Nos ilustra Miguel sobre los vinos que tiene en carta, me hubiera tomado como es debido aquí antes un vermú, por aquello de recordar precisamente esos años donde en Barcelona se servían los mejores del país, pero tengo una cata a continuación y no quiero llegar pasado de vueltas así que empezamos con un vino de la tierra, Alta Alella, PB, 2019, me ha gustado, blanco procedente de agricultura ecológica, elaborado con la variedad Pansa Blanca (Xarel·lo).
No sería yo si no empezara esta comida con un <pà amb tomata> costumbre y herencia de mi familia, en un rico pan, crujiente, bien untado.
Le damos mano a Miguel que nos ha caído bien y empieza con unas <Croquetas de pollo rustido>, no te dejes engañar por tus gustos clásicos, en la carta se te irá la vista a las de jamón pero estas croquetas merecen y mucho la pena, las pongo en el ranking de las mejores de España.
Si haces tapas y no tienes una ensaladilla digna no mereces que se entre en tu bar, es lo que debió pensar Carles al crear esta más que digna <Ensaladilla con atún y olivas> para llevarse a casa!!!! no en vano recibió el premio a la mejor ensaladilla rusa de 2018.
Un día de calor en Barcelona en el mes de julio te pide esta refrescante <Ensalada de tomate aliñao>, otro acierto de Miguel en sus propuestas.
Toca corazón y muchos recuerdos de mis buenos tiempo de chaval con un <Bikini de jamón ibérico, mozzarella y trufa> solo la palabra Bikini representa a la ciudad de Barcelona, tiempos de bikini y tortilla en el mítico Flash Flash que este año cumple la friolera de 50 años.
Casi para el final guarda el buen Miguel la Berenjena con notas ahumadas que está fuera de carta, impresionante…
El el apartado de la carta ¡¡¡MANDA HUEVOS!!! tiene el chef varias tortillas, quiere Miguel que probemos la clásica de <Tortilla de patata> y si antes decía de la ensaladilla repito en este gran clásico español, o la haces bien o mejor no la hagas, con el huevo si cuajar estilo Betanzos, nota alta para Abellan.
Cierra las tapas unos ricos <Tacos de solomillo a la plancha, foie y cebolla> medida perfecta para una comida bien disfrutada.
Mientras mis dos compañeros se toman su café yo doy cuenta de otras de mis costumbres sagradas cuando llega el verano, será con su <Corte de helado>, mi cierre final ideal para tantos recuerdos agolpados en un solo local.
Carles se merece un monumento popular por dignificar la imprescindible tapa española, por hacer regresar el orgullo y la dignidad de las buenas tapas a Barcelona, por no perder el objetivo cuando se tiene una idea brillante, necesitamos estos bares de culto, necesitamos que nuestra juventud se enamore de ellos y los respete, admire y conserve.
Siempre que voy a los restaurantes de Carles me quedo con las ganas de probar muchas más tapas, ese es el secreto de su buen hacer, aquí os dejo la carta completa para preparar vuestro siguiente día de tapas en la bella Barcelona.