De Irlanda se pueden decir muchas cosas, de su cultura que se expresa en cada local con la música, de sus paisajes y su verde interminable, de la belleza de sus pueblos, la peculiaridad de sus gentes, la complicación de conducir por llevar el volante en el lado contrario., pero pocos saben que la República de Irlanda está en la actualidad entre los países más ricos del mundo en términos de renta per cápita, lo que quiere decir que saben vivir muy bien, guardan muchas tradiciones y avanzan sin prisas, os invito a realizar un viaje gastronómico por el país…
No podía ser de otra manera, recepción de la eterna lluvia de Dublín que personalmente no me molesta nada, es más me encanta. Tan acostumbrados están aquí que les encuentras en el exterior los bares llueva o no llueva. Las fachadas de muchos clásicos son el mejor decorado de las calles de la capital irlandesa.
La primera parada será Rustic Stone Restaurant by Dylan McGrath en pleno centro de Dublin.
Dylan McGrath es un cocinero que practica una rica e interesante cocina que bebe de aquí y de allá de las cocinas del mundo para acompañar una gastronomía de producto, fresca, vibrante y con un agradable resultado.
Atractivos y sencillos platos con un punto rústico, haciendo honor al nombre del restaurante, y servido en una vajilla muy en el tono del local donde impera la madera. Para comenzar «Pesto Chips«, unas patatas con ajo, tomate y parmesano.
La tabla de pan artesano es imprescindible en este local, lo acompañan con hummus, crema de berenjena y mantequilla, todo orgánico.
«RUMP BEEF» me ha parecido muy propicio pedirlo aquí, tiene fama de hacer buena carne y en Irlanda pueden presumir de ello, este corte es la Rabadilla de una rica vaca irlandesa, que es muy raro verlo en los restaurantes de esta ciudad, lo hace con una fina pasta de albahaca y piñones que cubre su parte superior a modo de pesto rústico y la cocina en piedra caliente que sirve en la misma mesa. Acompaño con «Lime Luscius«, ensalada con hojas de gema, berros, pepino, jengibre en vinagre, mouli, rebanadas de mango, cilantro y sandía, coco tostado, semillas de eneldo y lima.
En armonía una pinta de cerveza Clonmel, mi primera pinta en este viaje por Irlanda, muy bien tirada!!!
Rustic Stone Restaurant, South Georges St., Dublin 2
T: +353 1 7079596 E: info@rusticstone.ie
Si eres capaz de soportar el tiempo necesario en la fila de acceso podrás conocer en la ciudad una de sus grandes obras arquitectónicas, construida en 1592 por la reina Isabel I, Trinity College es la universidad más antigua de Irlanda ubicada en el centro de la ciudad.
Su mayor atractivo turístico es la famosa Biblioteca del Trinity College que posee la mayor colección de manuscritos y libros impresos de Irlanda. Desde 1801 recibe un ejemplar de todas las obras publicadas en Irlanda y Gran Bretaña, gracias a lo cual, actualmente posee casi tres millones de libros repartidos en ocho edificios. El edificio donde se encuentra la Antigua Biblioteca, construido entre 1712 y 1732, es el más antiguo de los que se conservan. La sala principal, conocida como «Long Room» (Habitación Larga), tiene 65 metros de largo y contiene más de 200.000 de los libros más antiguos de la biblioteca.
Tiempo para vivir el Dublin más canalla, llega la noche…
Si quieres vivir la experiencia del auténtico Pub irlandés no te puedes olvidar de pasar una noche en el Pub Napper Tandy´s (anteriormente Chambers Pub), el reciente cambio del nombre ha querido dar honor al revolucionario y reformador irlandés Napper Tandy´s (1739-1803). Y es que aquí han cambiado pocas cosas, la gran pinta de Guinness sigue siendo la estrella junto a música en vivo las 7 noches de la semana: una mezcla de folk, blues, jazz, trad y rockabily.
Mucha gente viene aquí a tomar una cerveza y escuchar música pero yo no soy de beber sin comer así que planteo una cena con música en directo, ambiente garantizado, aquí las estrellas de su sencilla carta son el estofado de cordero irlandés tradicional, su tradicional Fish & chips y cerveza rebozados y la Hamburguesa de carne irlandesa. Me quedo con el pescado, abadejo frito en crujiente rebozado de cerveza, con puré de guisantes, salsa tártara y patatas.
De postre un «Parfait de banana«. La gastronomía no es algo a destacar pero acompaña el concepto y es una experiencia muy divertida tengas la edad que tengas.
Napper Tandy´s (Anteriormente Chambers Pub)
Merrion Row Merrion Row,
Dublin 2
T: (01) 660 2367
E: bookings@chamberspub.ie
W: https://www.nappertandys.ie/
Y aunque la noche invita a seguir mi reconocimiento de Dublin al día siguiente debe continuar así que me despido de las últimas luces de la capital irlandesa.
Al día siguiente y después de un paseo por la calles de Dublin, uno de sus mejores grafitis me recuerda que es hora de comer, aunque lo suyo sea la cena, la última…
Mi elección hoy es uno de sus más conocidos restaurantes franceses, La Maison, un bistró en toda regla donde es posible disfrutar de los platos más clásicos de la cocina francesa.
Su terraza, con buen tiempo, y situada en pleno centro de la ciudad, es un lugar muy agradable para recrear las terrazas de París en Irlanda.
Su interior, clavado a los pequeños bistró de la capital francesa, con carteles originales de los años 50 y 60 de aperitivos, vinos y cafés de Francia.
Arranco con unos Mejillones irlandeses a la marinera con patatas fritas. Es evidente la influencia belga de este plato que hacen con crema, apio, albahaca y tomate.
Su carta tiene un cambio del pescado diario, en mi caso ha sido un Fletan que acompañan con legumbres y verduras y salsa de mantequilla blanca.
Reconozco que mi objetivo en este restaurante es el postre que flambean ante ti, como marca el clasicismo francés.
Es la muy clásica Tortilla noruega Alaska horneada, elaborada con merengue, helado de vainilla, sorbete, Grand Marnier, que requiere quince minutos de elaboración.
La carta de vinos guarda una selección que representa a las diferentes regiones de Francia. Yo me decanté por Rosé Ventoux y Dom Dionet.
Es hora de seguir viaje, destino la ciudad de Galway, bien conocida por su catedral y el Salmon Weir Bridge, todo un espectáculo en verano cuando se pueden ver a los bancos de salmones subiendo por el río Corrib para desovar. Esto me pone en ruta a uno de los productos gastronómico por excelencia en este país.
Hasta el borde con el Océano Atlántico llevo mis pasos para disfrutar de unas preciosas vistas mientras como en un restaurante muy peculiar.
El Restaurante Ard Bia, en el interior del hotel Nimmos, se encuentra en un bello edificio de piedra, un espacio gastronómico muy reconocido y apreciado por la comunidad.
La primera percepción al entrar es «buen rollo», todo muy hippy, y con una luz que llega del Atlántico que lo inunda todo, sin duda un lugar muy especial.
Detalles de anticuario y rústico en todos los rincones de la estancia.
Para comenzar «Fish Spec», entre sopa y puré con trozos de salmón, patata y verduras. En su carta una clara filosofía vegana, de respeto a los que no pueden comer gluten y mucha fuerza en el aspecto vegetariano.
Para seguir «Fish Goujons» lomo de pescado cortado en tiras y empanado a la inglesa acompañado de una ensalada de lechugas variadas.
Y termino con las tartas que te atrapan a la entrar en el local, de zanahoria, de crema inglesa, de yema…
Da igual la que elijas, todas te gustarán, y si te gusta hacer fotos de platos todas te saldrán para publicar en revistas Life Style, está todo estudiado.
Restaurante Ard Bia (Nimmo`s)
Spanish Arch, Long Walk, Galway, H91 E9XA
El atardecer llega cuando me hospedo en el Ballynahinch Castle, un lugar que es el destino en sí mismo.
Y es que si de algo puede presumir este país es de los fascinantes hoteles de lujo que posee, las vistas de sus habitaciones son sencillamente impresionantes…
Amaneceres, atardeceres con el río y lago que lleva su nombre como protagonista y la cordillera 12 Bens siempre presente.
Aquí los pescadores del salmón tienen un espacio único para la práctica de su afición, el hotel cuenta con instructores de pesca para los que no lo han hecho en su vida, pasear por sus inmensos jardines y territorio es la otra parte más atractiva de este lugar. recomiendo dedicarle tiempo al hotel, se lo merece.
Para los que gustan de tomar el té de la tarde aquí la experiencia al tomarlo en la terraza con las vistas del río y las montañas es algo difícil de superar.
Esta noche le hago los honores al rey de este territorio…
…será en The Fisherman´s Pub del mismo hotel, un lugar con pleno sabor de guarida de pescadores donde se ve claramente que hay clientes habituales.
Las horas de comer y cenar aún se me juntan ya que aquí si te descuidas te quedas sin comer, nuestros horarios en Irlanda no son aceptados así que andad con ojo. Para cenar por tanto, y sin mucha hambre, quiero probar el salmón local, «Salmón Ahumado de las pesquería de Connerama con mantequilla de algas y pan tostado«. Imprescindible probarlo.
Al amanecer un paseo por la inmediaciones del hotel y las vistas del producto que llega, en manos del jardinero del hotel de su propia huerta, al restaurante, te abre el apetito…
Y aunque no soy de desayunar mucho tengo que hacer el esfuerzo…
… no todos los días se desayuna en el espacio elegido por Georgina Campbell como el mejor de Irlanda (2017).
Seguramente estando aquí te dirán que es imprescindible ver Kylemore Abbey, pero salvo su naturaleza y paisaje exterior el resto no merece para nada la visita y menos cuando aquí las carreteras no son precisamente cómodas y menos conduciendo en el lado contrario sin costumbre.
Si merecen la pena algunos pequeños pueblos por los que las carreteras te van llevando, algunos de pescadores como Clifden, que cuando baja la mar sus barcos se quedan varados.
Llego una vez más tarde así que tendremos que tomar lo que cocina nos permita comer ya, el lugar es el Restaurante Mitchells.
En un agradable espacio donde reina la luz, un negocio familiar dirigido por un equipo de marido y mujer Kay y JJ Mitchell, en un edificio de principios de siglo de piedra y madera.
Aperitivo de carne ahumada con encurtidos.
Repito Fish & Chips con patatas fritas caseras, pepino en vinagre, y salsa tártara y me quedo con las ganas de probar sus muchos platos de pescados y marisco de esta zona, otra vez será…
Restaurante Mitchell
Calle del mercado
Clifden (Condado de Galway)
+353 (0) 95 21867
Ya en mi última noche en esta joya de hotel quiero cenar en el único restaurante que figura en la Guía Michelin de la zona, es el Restaurante The Owenmore, en mi mismo hotel y con las vistas más fascinantes que puedes pedir. Los que amamos el arte encontramos en sus paredes una interesante colección de pintura con obras de Gerard Dillon, Louis le Brocquy, Jack Yeats, Mary Swanzy, Walter Frederick Osborne, William John Leech y Leo Whelan.
El chef ejecutivo de este restaurante es Alan McArdle, responsable de toda la gastronomía que en este hotel y sus diferentes espacios gastronómicos se sirve.
Pero gran sorpresa, aquí el Sous Chef es un español, David Bodas, oriundo de Talavera de la Reina, que me atendió de lujo con el cariño que compartimos los españoles con nuestros hermanos que vienen de casa.
Empezamos con una Tarama con corteza de centeno. La Tarama es una pasta que se prepara a base de huevas de pescado prensadas con sal. Se sirve con pan dulce de Parmesano.
De la granja del tío Matt’s, remolachas baby, queso de cabra, suero de leche, pistacho, es ahora cuando veo materializadas las verduras de su huerto.
He pedido un único vino, Jordan 2016 , un amable Chardonnay de Stellenbosch (Sudáfrica), zona bien conocida por sus extensos y pioneros viñedos ecológicos.
Un pescado, Halibut, con almejas y gambas, el Halibut o fletán habita en las aguas del Atlántico noroccidental y del Atlántico oriental y en Irlanda es muy común, personalmente me gusta más el Fletán negro que al contrario de este es considerado pescado azúl.
Siempre presente en un gastronómico, aquí también donde el clasicismo muestra su cara irlandesa, a pesar de su contemporaneidad, es muy evidente en esta Pechuga de pato Skeghanore, remolacha, endivia y Kale. El pato Skeghanore que se cría aquí es el pato Pekín.
Y como corte antes del postre nos sirven en taza de café un velouté espeso de puerro y patata, espuma de patata ahumada.
En la selección de postres imperan la manzana, pera y fresas, helados y texturas crujientes y de bizcocho.
Al día siguiente y con pocas ganas abandonamos esta maravilla de hotel que recomiendo especialmente.
Hotel Ballynahinch Castle
Cambio total de registro y me voy a un hotel mucho más humilde, es una pequeña casa, lo que llamaríamos casa rural en Irlanda, regentada por una amable viuda, es Garrane House que está en Croom, será mi lugar de salto a otros lugares interesantes que ver.
Dirección: Corribul Road, Croom Garrane House, Croom.
Restraurante 1826 Adare
Sencillez absoluta en su carta de postres, lo que me declina a una digestiva Selección de helados de chocolate con anís, lavanda y vainilla presentada en cesta de hojaldre y salsa de caramelo caliente (detalle ya del pasado).
Ireland V93 HV57
T: + 353 66 976 9105
Es tiempo de ver unos de los grandes restaurantes referentes de Irlanda, para ello viajaré hasta Ardmore,
en el Condado de Waterford…
Allí me espera el Restaurante The House situado en el glamuroso Cliff House Hotel, un cinco estrellas ubicado cerca de Cork y Waterford. El edificio parece desafiar la gravedad, aferrándose a un acantilado en el lado sur de la Bahía de Ardmore, antiguo pueblo de pescadores. Considerado como uno de los mejores hoteles boutique de lujo de Irlanda.
El Chef denomina a este plato Carne de res Angus negra de McGrath, hortalizas de jardín, bresaola, Whisky Kilbeggan y té. No falta en el plato la importante patata en este país, el tubérculo debió de llegar a finales del siglo XVI a Irlanda cuando el sistema feudal medieval de origen celta estaba siendo alterado por la colonización inglesa de los Tudor. Las primeras patatas que desembarcaron en Irlanda lo hicieron en este puerto.
El momento del postre comienza con Chocolate orgánico 65% – Barley Malted , Aceite Oliva, Oro, Sal de mar. Siguiendo la tónica de todo el menú degustación este postre sigue la sutilidad y delicadeza de todos los platos, un equipo de cocina con buena repostería, sin duda.
Co. Waterford, Irlanda.
Black Sole Meuniere, bisque de vainilla y cangrejo de río. Otro clásico renovado con detalles de otro tiempo como el limón con redecilla acompañando el pescado.
Termino con Tarta de limón glaseado, Salsa Cointreau de Chocolate Blanco, 5 Especias Helado de ciruela y armañac.