Suiza, solo su nombre ya invita a viajar, es uno de los países más civilizados del mundo y un lugar único para huir del calor cuando llega el verano, si sus paisajes son fascinantes su cocina también tiene mucho que mostrar, comenzamos un viaje que nos llevará a Zürich, Lucerna y hasta lo más alto de los Alpes Berneses y todo ello en tren, una red ferroviaria de autentico lujo que funciona como un reloj y que me llevará hasta el Top Europa.


Comienzo este recorrido por la ciudad de Zürich a la que llegué en tren desde Milán (Italia), el viaje es fascinante con paisajes que te preparan para lo que está por llegar.

La oferta gastronómica de Zürich es muy variada y una buena temporada para visitar la ciudad es el verano, lejos de la nieve y el frío pero con temperaturas muy agradables, a excepción del día 1 de agosto (Schweizer Bundesfeiertag) en el que se cierran muchos establecimientos.

primera comida en al Rte. Orsini* (Zürich -Suiza), todo un clásico de la ciudad que conserva su estrella Michelin gobernada por el  Chef Rolf Laible.

Poco ha cambiado en los años de vida que tiene este local, conservando una decoración y estilo del pasado.

Se me antoja comenzar con Champagne…

Acompañará a un Vitello Tonnato que el chef lleva a una presentación clásica con buena terminación.

Su refrescante Ensalada de gambas y endivias es una buena opción.

Sus panes artesanos son otro punto fuerte del restaurante.

Pero mi elección principal es el siguiente plato. La practica extinción de la casquería, después de la nefasta crisis de las vacas locas, hace imposible ya encontrar las partes menos nobles e internas de los animales, aquí si si lo encuentro en este Risotto con hígado y Parmesano que ha tenido en su carta este gran clásico de la ciudad de Zürich.

Y si nos gustan los postres muy dulces no debemos perdernos la Scodella Dimitri, que lleva el nombre del famoso y desaparecido mimo y payaso suizo por ser su preferido. Se trata de unas fresas gratinadas con helado de vainilla. Bonito detalle conservando su nombre y dibujo en la misma carta.

Sin abandonar el mismo centro de la ciudad nos vamos ahora a otro espacio gastronómico con diferente entidad

Se trata de The Widder Bar & Kitchen situado en el Widder Hotel, donde recomiendo si el clima lo permite su preciosa terraza, con exquisito servicio y muy agradable.

Recomendable probar de todo, premio para sus Dim Sum de langostino vietnamita, caldo de tomate y botarga.

Punto más mediterráneo con su Ceviche de dorada griega con mango y granada

Interesante su Tatar de salmón escocés del Lago Fyne con sésamo, chili y algas.

Capítulo divertido su viaje por el mundo donde no falta su Meat it up with a thai con entrecôte de vaca suiza, chili, menta y glass noodles.

Su oferta de Popsicle, pequeños helados, incorpora a sus creaciones divertidos sabores como el de pimienta de Camboya con miel o el de tomillo limón con chocolate blanco, son dignos de probar.

Este restaurante pertenece a un grupo propietario de varios establecimientos y de la Bodega Magia, me decanté por uno de sus vinos, Magia Kerner de la D.O. Ticino, la variedad Kerner con su tono de Moscatel y sus notas a manzana, pomelo y mango.

La noche en Zúrich tiñe de luces el río y el lago Limago y nos invita a conocer otro establecimiento con gastronomía marcadamente asiática…

El Rte. TAO´S puede presumir de otra agradable terraza para el verano, sin embargo no lo puede hacer de tener el mejor servicio de sala, aunque en verano ya se sabe…

Tiene una buena propuesta de Dim sum, acertada es la Selección TAO, relleno de carne de vaca, de langostinos y de pollo.

También es de destacar el Red Curry Bao de pollo con curry rojo.

La Seafood Salad es una buena propuesta para los amantes del pescado con Langostinos tigre, pescado al grill, quinoa, mango y brotes.

Su Vegetable Spring Rolls se acompaña con ensalada verde de papaya tailandesa, nam jim.

Y en el postre a un humilde helado el chef es capaz de convertirlo en este simpático pez japonés que recuerda al feo Pez Rosado Australiano, llamado en Vietnam Tilapia.

Como compañero de esta cena un vino elaborado con la variedad de uva Chardonnay, Hasler Runino, de Neuchâtel.

Tiempo de tomar otro tren con destino a la bella ciudad de Lucerna.

En la misma estación, y en la ciudad también, podemos encontrar una de sus grandes pastelerías desde 1836, Sprüngli

Y aunque al entrar se nos antojarán muchos postres y chocolates no pierdas el foco, su Sueño de Cereza (Kirschen-Traum) es algo muy especial que debes probar, con una exquisita masa sablé rellena de cereza, ummmm…

Famosa por su arquitectura medieval esta ciudad tiene un gran encanto y está diseñada para pasear de un lado a otro donde hay mucho que ver y que comer.

Si venimos con ganas de la cocina clásica del país una de sus tabernas más conocidas por locales y turistas es Taube.

Clásico de principio a fin con una decoración propia de una taberna, en 1998 se tomó la decisión de cambiar el nombre del Walliser Kanne al nombre original Taube. En 1772 se preparaban platos suizos tradicionales con este nombre, hoy, el equipo de cocina prepara esos antiguos platos adaptándolos a nuestro tiempo y conservando así una cocina de siempre.

Este lugar pide una cerveza para acompañar lo que a continuación pediré, buena carta de cervezas para todos los gustos.

Su tradicional Tarta de queso suizo de la abuela servida con una ensalada fresca es la elección de entrante.

La reminiscencia alemana de este país me invita a pedir su Salchicha de ternera o cerdo gigante con salsa de cebolla y croquetas de patata. Todo un clásico.
Pasear por el lago de Lucerna desde la misma estación de tren, donde desembarcan los barcos que recorren el lago, es toda una experiencia altamente recomendable.
Otra buena idea es hacer un alto en nuestro paseo por el lago en la terraza de Riviera  para tomar algo contemplando unas vistas impresionantes.
Una amplia oferta de tapas mediterráneas se sirven en sus restaurantes de Lucerna, Ibiza, Sylt, St. Tropez y Santorini.

Sin abandonar nuestro paseo podemos cruzar la gran avenida para comprar uno de los mejores chocolates de Suiza…

Max Chocolatier, que tiene tienda en Zürich y el Lucerna

Entrar en cualquiera de ellos es garantía de pecar, su exquisito trato y la calidad de sus chocolates te hará salir caer en la tentación, seguro.

Su colección de tabletas de chocolate con originales acabados es el regalo ideal para familia y amigos y para uno mismo. Y si no puedes ir a Suiza siempre puedes hacerte una suscripción para recibir lo mejor de su colección, una idea genial…

Y vamos a nuestra última propuesta en Lucerna antes de subirme de nuevo en el tren que me llevará a lo más alto…

Lo mejor para el final, mi última cena en Lucerna sería en el Rte. Stern (Hotel Stern – Lucerna – Suiza) gestionando sus fuegos el Chef Thomas Fischli . Decoración minimalista llevada a la máxima expresión, personalmente me parece delicioso el proyecto de interiorismo.

Después de que en Londres dejaran de hacer la que yo consideraba la mejor hamburguesa vegetal del mundo tuve que buscar una sustituta, esta puede ser una buena candidata, el Chef Thomas Fischli me preparó estas Empanadas Grünkern de verduras de verano con dos salsas, que bien pueden competir en la categoría de hamburguesa.

No falta en la mayoría de las cartas de esta ciudad, el salmón que el chef prepara con un corte clásico y donde están presentes las omnipresentes verduras, como en casi todos sus platos.

Muchos pequeños bocados y combinaciones arriesgadas funcionan bien en su carta.

No perder de vista su buen servicio del vino que con mi elección me regalaron un magnifico sacacorchos, bonito detalle.

Mi siguiente parada me llevará a lo más alto, el Rte. Jungfraujoch (Alpes Berneses – Suiza)

Solo el viaje en el tren cremallera merece y mucho la pena, al llegar una impactante historia de sacrificio y sufrimiento nos contará como se construyó este túnel que lleva hasta el pico más alto al que se puede acceder en Europa con un tren.

Este siguiente plato no se va a llevar ningún premio de cocina, pero merece estar en esta selección por el esfuerzo que supone llevar este buen corte de vaca suiza a 3.466 m. de altitud, es un Filete de ternera con salsa de Whisky «Ice Label» con croquetas de rösti y legumbres.

…es un puerto de montaña entre el Mönch y el Jungfrau en los Alpes berneses, en el límite entre los cantones de Berna y Valais, dentro del área protegida Jungfrau-Aletsch declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, llamado el Top Europa. Allí se puede comer con estas impresionantes vistas al glaciar, no hay nada igual.

Para hacer el viaje a Jungfraujoch y a otros lugares destacados hay una pequeña población que es el dormitorio de aventureros, montañeros y fanáticos del parapente, es Interlaken.

Es un precioso pueblo de montaña, excesivamente turístico para mi gusto pero con rincones que escapan a la masa, como en todos los lugares del mundo. Solo os voy a dar una recomendación, analizar muy bien el hotel donde os alojáis y no se os ocurra bajo ningún concepto hacerlo en el Hotel Interlaken, su falta de respeto al cliente es la más grande que he visto en toda mi vida viajando a lo largo del mundo, por no hablar de todo lo que supone un hotel y que ellos desconocen.

Por lo demás pasear al margen del río que atraviesa la población es una gozada cuando el sol acompaña.

Y el espectáculo de los parapentes volando entre las montañas no tiene precio.

Paseando por Interlaken, si te alejas de la calle principal puedes encontrar el Café Stadthaus, un lugar sencillo para tomar algo desenfadado.

Buena carta de cervezas y platos sencillos entre los que destacan tablas de queso Emmental.

No podía marcharme de Suiza sin probar una Fondue así que probé la de la Brasserie St. Geroges (Hotel Royal St. Georges), un lugar con una extraña decoración entre decadente y no sabría explicar…

Su Fondue de queso más completa incluye patatas, vegetales, especias y ensaladas.

La bodega guarda vinos para todos los gustos y economías, yo me decanto por un De Martino Legado Reserva 2014.

Estos lugares anclados en el pasado tienen sorpresas como este postre que no puedo evitar que me encante, forma parte de mi infancia y juventud y está en mi memoria gustativa, el gran Banana Split, fue una agradable sorpresa para finalizar la cena.

Si son varios días los que tienes que pasar en Interlaken, cosa que no te recomiendo, tienes otras opciones como el Restaurante Sapori del glamuroso Hotel Victoria.

Este hotel tiene además de este otro de los mejores restaurantes de Interlaken, cerrado en los días que estuve yo. Buena carta de vinos y servicio de autentico lujo.

Una cocina que destaca por las notas napolitanas, en el plato una Lubina con alcaparras y aceitunas Taggiasca (Taggiasca es la principal variedad de olivo de la región de Liguria, dentro de la provincia de Imperia, prácticamente solo se cultiva esta variedad).

Y si no tienes vértigo puedes emular mi último recorrido ante de marcharme de Suiza en este viaje…

Sería la subida a la estación de sky Titlis (Engelberg). Un viaje por el aire en dos tramos.

El teleférico TITLIS Xpress de 8 plazas te transportará desde Engelberg hasta la estación Stand. Puedes subir o bajar en la estación central de Trübsee. El teleférico TITLIS ROTAIR te llevará en la última etapa del ascenso desde Stand hasta la estación de la cumbre a 3.020 metros sobre el nivel del mar, en movimiento circular que te permite ver el impresionante paisaje en toda su dimensión sin moverte. El viaje desde Engelberg a la estación de montaña TITLIS dura unos 30 minutos.

Suiza es sin duda uno de los países más impresionantes del mundo, los paisajes de sus formaciones montañosas te quitan la respiración cuando los ves con sus cumbres nevadas, el nivel de civilización y educación de su población es envidiable, he viajado muchas veces a este país y sigo descubriendo lugares únicos. Aquí termina mi viaje, nos vemos muy pronto en otro destino que nos haga volar la imaginación…