Hay restaurantes que solo atravesar su puerta me producen una sensación especial, de estar en casa, con amigos, Santceloni es unos de esos lugares. Tiene su explicación, conozco hace muchos años a su equipo, algunos ya se han marchado, otros se mantienen fieles a la casa, tres cabezas desde el inicio siempre bien visibles el Chef Óscar Velasco, el sumiller David Robledo y el jefe de sala Abel Valverde y con ellos un excepcional conjunto humano y profesional de cocineros y equipo de sala.

Arranca después de los aperitivos una impresionante Cigala a la plancha en hoja de lechuga y sabores de oriente. Nadando entre dos corrientes o influencias gastronómicas y con la salvaguarda de un producto de primera división Óscar demuestra siempre que domina el lenguaje de la alta gastronomía allá donde se proponga estar.

Siguiendo con el patrón de un producto excepcional no puedo dejar de mencionar de sus platos probados los Guisantes del Maresme, caldo de pollo, bacon y haba tonka.

Saltando del plato y acompañado de un símil de espuma de mar disfruté de un Besugo, guiso de patatas y emulsión de cítricos. Intervención mínima para dar todo el protagonismo a un noble habitante del mar que nos regala sabor intenso, textura incomparable…

No olvidar nunca al padre de este espacio gastronómico, Santi Santamaría, es una de las normas de las tres cabezas de esta casa y lo reflejan con muchos recuerdos a su trabajo, entre ellos este siempre perfecto Jarrete de ternera blanca con puré de patatas.

Tampoco puedo ni quiero dejar de probar algunos de los quesos de la más grande tabla de quesos artesanos de España que es símbolo de Santceloni y que Abel hace posible con su especial selección de estas joyas llegadas de todos los confines de nuestro país y del mundo, sin duda una gran seña de identidad a imitar.

Sin olvidar sus postres entre los que encontramos esta Crema de café con mousse de chocolate cocida. De la delicada mano de Montse Abellá, una repostera que hace posible la magia de continuar el mismo nivel del menú al llegar al postre, algo esencial y que por desgracia no ocurre en todos los grandes estrellas.

En armonía el gran sumiller que es David Robledo nos ha abrazado en cada plato con un vino apropiado, en esta ocasión la armonía ha sido muy acertada con La Barajuela 2016 (Jerez), La Malvar de Más que Vinos 2016 Magnum, El Señorío 2013 (V.T. Castilla) y Champagne Deutz Rosé.

Y siempre al final mi reflexión, qué importante es que conservemos y apoyemos estos templos de la alta gastronomía que conducen, muestran camino y reflejan lo que es nuestra cocina del sabor.

Restaurante Santceloni

DirecciónPaseo de la Castellana, 57, 28046 Madrid