Alicante es una de esas ciudades donde uno querría vivir, por su tranquilidad, su buen tiempo, su mar Mediterráneo y por otras tantas cosas donde no se puede olvidar la gastronomía. Una ciudad que mira al mar, a sus pescados, que ilustra platos y crea sonrisas con sus formidables arroces. Muchos y buenos restaurantes se instalan en esta ciudad pero hoy quiero contaros algo notable, quiero hablaros de un restaurante que ya existía en el puerto y que hace muy poco ha cambiado su ubicación al centro de la ciudad, es el Restaurante Els Vents.
Cuatro espacios componen el restaurante, la luz como nexo de unión, una luz suave que recuerda al Mediterráneo.
Y en todos ellos el arte acompaña su cuidado mobiliario que invita a quedarse, a disfrutar.
Los tonos claros apaciguan el alma y preparan el cuerpo para la experiencia gastronómica de primer orden que supone Els Vents.
La sala más especial es «Martina», el Chef la ha querido llamar como a su hija pequeña, un espacio que cambiará con el paso del tiempo y que es el reservado más exclusivo de Els Vents.
El creador de este proyecto es el Chef José Antonio Sánchez. En palabras del cocinero «Els Vents representa una interpretación singular de cocina tradicional alicantina y comida típica de Alicante». Y así es, aunque la humildad del chef le impide hacer referencia a que su gastronomía debe llevar la etiqueta de «Alta Restauración». La experiencia de José Antonio queda más que definida con su paso por restaurantes emblemáticos como Zuberoa (Oyarzun), Drolma (Barcelona) y Rodero (Pamplona), su trabajo durante años en Alicante en su restaurante ha terminado de templar el carácter gastronómico y estilo de este chef.
Y no solo es destacable este espacio por su restauración, exquisito equipo profesional de sala atento en todo momento a las necesidades del cliente.
Comenzamos la comida con un Amontillado Marques de Poley 1951, D.O. Jerez- Xérès- Sherry, una joya enológica de Bodegas Toro Albalá, elaborado con uvas de la variedad Pedro Ximénez y envejecido en botas de roble americano.
Un comienzo de lujo que me propone el sumiller Tomás Moreno Tebar ante mi solicitud de un fino para empezar. Tomás es de esos grandes sumilleres, humildes, que escuchan y ofrecen, que proponen a cada plato el vino que creen más apropiado, sin altitud, sin hacer al cliente sentirse inepto por no conocer grandes vinos desconocidos, el sumiller de este tiempo.
Tiempo de aperitivos sobre vajilla de Versace, cuatro piezas de bocado que acompañan a mi vino, serán un Canelón de ceviche de verduras, una Tosta de paté de ajo negro, anguila al humo, una Teja de arroz colorado, pollo crujiente y un Brioche salado de especias locales.
No debemos olvidar la presencia del pan artesano en la sala, creado por Fran Segura en Alicante. Tiempo tendremos de hablar de él cuando lleguemos al final de esta crónica.
Segunda propuesta de Tomás, Brutal, Vino ancestral 2016, D.O. Utiel Requena. Entrando en los vinos naturales con esta curiosidad de uva Moscatel procedente de Valencia.
Con el poético nombre «Puestas de sol en la Lonja» llega el plato que acompañará al vino valenciano, la descripción del plato lo dice todo «Los moluscos más frescos a nuestro estilo». Y su estilo es la cocción perfecta de cada uno de los moluscos que componen el plato, y es de agradecer en un país donde muchos restaurantes sobrepasan la cocción de los moluscos por dar gusto a sus comensales que no han aprendido aún a disfrutar de la corta cocción de estas joyas.
Metzig, Kientz 2016, A.O.C. Blienschwiller, Alsacia, es la nueva propuesta de Tomás que nos sorprende ahora con una creación de André Kientz, enólogo que muestra en sus vinos siempre finura y elegancia. En nariz litchi, frutas de la pasión y especias.
Un vino perfecto para acompañar el equilibrado plato llamado «Merendando con el Doctor Gallar» que bajo otro poético nombre guarda unos Cogollos, tomate, queso y nuestro salazón, la suavidad del corazón del tomate contrasta con los salazones de la tierra, compensado todo ello por el cogollo tierno y elevado por el queso que juega en el paladar con el acertado vino.
Borgoña Aligote, Louis Jadot 2014, A.O.C. Bourgogne. Un Borgoña elaborado con la variedad Chardonnay es el vino que el sumiller me invita ahora a probar, muy atractivo en nariz y boca, con notas cítricas y de manzana verde, en boca muestra toda su expresión con puntas de picante muy interesantes.
El Borgoña acompaña al plato llamado «Nuestro foie gras» una particular revisión del foie con «Viñas, huerta, mar y montaña» , un juego de texturas y armonías para ensalzar la noble materia prima que el chef resuelve de forma brillante.
Y de Francia de nuevo pasamos a España para disfrutar ahora de Suañé 2014, D.O.Ca. Rioja, un blanco riojano elaborado con la variedad viura con un un 25% de sauvignon donde se expresan notas lácteas y de frutas tropicales.
Y de nuevo Tomás nos lleva por buen camino en copa para establecer la mejor de las armonías con un «Peix i nanas», una impresionante Pescadilla con su colágeno, tierra de mar y “sang amb ceba” (sangre con cebolla). La expresión de un gran producto que el chef anima con la potencia y sabor de la sangre.
Tiempo para catar un vino catalán, Lo Magic 2014, D.O.Ca. Priorat elaborado con las variedades: 75% Garnacha, 20% Samsó, 4% Cabernet Sauvingon, 1% Syrah
Y venir a esta casa y no tomar un arroz es un insulto, no seré yo el que ofenda al chef, así que la propuesta me encanta. José Antonio es conocido en esta ciudad por sus buenos arroces, nada condenados a la vulgaridad, siempre imaginativos y emocionantes en sabor. En este caso será «Las tres culturas» un interesante viaje en el paladar con este Arroz de dulce a salado, espectacular trabajo y demostración de conocimiento y control del plato rey en esta tierra.
Y no hemos tardado mucho en regresar a la D.O.Ca. Rioja, en esta ocasión para catar un Xericó 2015, que se elabora con las variedades Tempranillo 80% y Viura 20%, buen compañero para un plato con cuerpo.
Un cuerpo de vino que llega con un exquisito servicio en mesa, y ya saben mis seguidores lo que amo yo estos servicios con el cariño del chef ante el cliente.
Un servicio en sala que es un «Homenaje a Raimundo González» Chef emblemático y Doctor Honoris Causa por la Universidad de Murcia. El plato es una Paletilla de cabrito con cremoso de patata y pimientos en brasa de tomillo. Sabor puro en una deliciosa composición de notas y con una presentación y tono al más puro gusto de la cocina clásica francesa sin abandonar la razón de la tierra.
Con este cierre, que supone la confirmación de que Els Vents debe tomarse muy en serio en la próxima edición de toda guía gastronómica que se precie, llega el momento más dulce, otra apuesta de primer nivel, José Antonio ha querido contar con su amigo el «Chef del Chocolate» que no es otro que Fran Segura, su fama en campeonatos internacionales y su brillante trabajo en la alta hostelería le preceden. Una inteligente decisión para mantener el altísimo nivel de José Antonio al llegar al final de la comida.
Pokiri Reserve 2014, Waipara Valey, Nueva Zelanda, será el vino para entrar en armonía con las creaciones del mago del dulce. 100% Pinot Gris con interesante mineralidad arropada con notas de membrillo, pera frutas tropicales y canela.
Y ha querido Fran que sus postres tengan todos una presentación espectacular, el primero aparece servido con hielo seco.
Como surgido de una nube así aparece ante el comensal este sutil y elegante postre a la vista y en boca, «Nuestro oasis de cítricos» es el nombre que recibe una estética composición de Zanahoria rallada en almíbar de vainilla, compota de naranja, crema quemada de mandarina, flores de nuestro campo, velo de gelatina traslúcida de naranja, granizado de moscatel, magdalena de mandarina. No me ha defraudado este maestro del chocolate, mantiene en efecto la línea magistral de cocina de José Antonio.
Cerramos nuestro capítulo de armonías con un hermano del primer vino con el que empezamos la comida Don PX 1965 de Bodegas Toro Albalá (D.O.P. Montilla-Moriles). Nacido en terrenos abundantes en tierras albarizas, en las suaves colinas de la campiña cordobesa.
Segunda propuesta de Fran Segura que me presenta personalmente y que tendrá la propiedad de emocionarme una vez más en la ya interesante comida que he vivido.
Entre la realidad y la imaginación el Chef del Chocolate inunda nuestra boca de esa emoción mencionada con «La Marcona y el fondillón, la tradición en su envoltura actual». Una expresiva y sutil Mousse de turrón xixona acompañada de gianduja de turrón, bizcocho de turrón, almendra marcona caramelizada y cremoso de fondillón hacen homenaje a grandes sabores de artesanos de esta tierra. Una reivindicación de lo autóctono sin complejos e ilustrando con saber y placer.
Y haciendo gala de su arte de maestro del chocolate cierra este espectáculo gastronómico con unos Petit Fours que Fran siempre pedirá derretir poco a poco entre la lengua y el paladar, para mostrar como se merece la calidad de sus chocolates que selecciona en Chiapas (Mexico) y otros lugares del mundo donde se siembran los mejores cacaos del mundo.
Me despido de este gran equipo de cocina y sala con las ganas de regresar pronto para descubrir su carta entera. Alicante puede sentirse orgullosa de tener en su ciudad un restaurante y unos representantes de la alta gastronomía de la talla de los profesionales que hacen posible la existencia de Els Vents. Presagio buenos tiempos para este impecable restaurante.