Hoy os invito a viajar a la Costa Azul, a la Provenza, para conocer Domaines Ott, el lugar donde muchos expertos aseguran que se producen los mejores vinos rosados del mundo.
En una entrevista exclusiva Christophe Renard, Brand Ambassador de Domaines Ott me contó todos los secretos e historia de la bodega y las características de su reciente creación que esta primavera vio la luz en España.
Mi entrevista tuvo lugar en la espectacular terraza del Restaurante La Casita de El Pradal, en compañía de la directora de restauración del Grupo El Pradal, Carmen González, y con el sumiller Luis Martín-Portugués Salgado.
UN PASADO MARCADO POR LA PASIÓN
En 1896, después de recorrer las diferentes zonas vinícolas de Francia, el joven agrónomo Marcel Ott llegó a las costas del Mediterráneo donde terminó su búsqueda al llegar a la zona vinícola de La Provenza.
En pleno corazón de la afamada región de la Costa Azul, allí encontró una de las culturas de cultivo de la uva más antiguas de Francia. Aquí, la famosa y temible filoxera también llegó y arrasó las mejores cepas de uva a finales del siglo XIX. El final de la terrible plaga hizo que los viñedos se plantaran muy rápido sin atender al producto final, provocando que los vinos que se obtuvieron de esas viñas tuvieran poca calidad. Ante tal situación, Marcel Ott se dedicó a la replantación de todas sus tierras con variedades de uva de selectas, para recuperar la calidad perdida, vinos auténticos que buscaban la recuperación de una tradición milenaria.
Hoy sus herederos conservan esa pasión y determinación con un encomiable y profundo respeto por la naturaleza. Con esas máximas, la familia Ott ha creado una gama de vinos tintos, blancos y rosados que nacen de las uvas cultivadas en sus tres haciendas: Château de Selle, Clos Mireille y Château Romassan.
En estas privilegiadas tierras de La Provenza, la familia ha dedicado un especial esfuerzo a la producción de un vino rosado excepcional en cada una de sus haciendas, el Coeur de Grain, considerado el mejor rosado del mundo.
2004 es un año determinante para Domaines Ott, la bodega pasó a formar parte de Louis Roederer Champagne, reconocidos productores de fama mundial que producen excelentes vinos franceses.
Las tres haciendas han sido co-dirigidas por los primos Christian y Jean-François Ott desde 2009. De esta forma, cuatro generaciones de viticultores han conseguido que los vinos Domaines Ott* sigan manteniendo su excelencia y que sus vintages puedan encontrarse en los mejores restaurantes del mundo.
RESPETO A LA NATURALEZA, GARANTÍA DE FUTURO
Con el respeto por la naturaleza como bandera, la tierra de las haciendas de Ott se cultivan sin químicos ni técnicas de producción intensivas. Los productos que se usan para tratar las inevitables enfermedades comunes de la vid, están hechos de una mezcla natural de azufre y caldo bordelés (una mezcla de cobre, cal apagada y jabón negro), los únicos tratamientos permitidos en la agricultura orgánica.
Cuando las plantas llegan a su punto de vejez que las impide dar una uva apropiada se reemplazan para mantener la misma calidad del vino en las tres haciendas. A lo largo de los años, cada hacienda se ha replantado pacientemente para crear las mejores condiciones de cultivo posibles tanto en espaldera como en terrazas. Este programa de renovación periódica permite que los viñedos se drenen de forma natural sin que se produzca ningún tipo de escorrentía, lo que permite que la tierra y sus características permanezcan intactas y las viñas tengan un buen suministro de agua. Este sistema permite controlar aquellos agujeros que aparecen de forma natural en las viñas o cepas que no sean productivas.
Los fertilizantes utilizados para el cultivo de las viñas son orgánicos, por tanto naturales, y las viñas se sujetan a alambres de metal. La fermentación de la uva se realiza en tanques de acero inoxidable y la maduración en barriles de roble.
Las haciendas Ott gozan de la merecida fama de ser las que producen la mayor calidad y las mejor cuidadas de toda La Provenza.
EXPERIENCIA Y TIEMPO, EL SECRETO DE OTT
Hay cosas que no deben cambiar. Cada cosecha de Domaines Ott* es fruto de la experiencia, del conocimiento adquirido de generación a generación. Cien días y cuatro ciclos lunares son necesarios para elaborar su vino, desde que aparecen las primeras flores en la viña hasta que se recolectan las uvas.
Cuatro meses lunares es lo que tarda la naturaleza en fertilizarlas y desarrollarlas, desde las primeras señales de la primavera hasta el momento álgido del verano. Antes, durante el otoño y el invierno, la tierra en reposo se alimenta con fertilizantes minerales y abono natural, mientras las viñas se podan cuidadosamente para mantenerlas saludables.
Al llegar la primavera, en marzo, se retiran las malas hierbas que crecen en la tierra alrededor y cada hilera se ara y ablanda para que sea más ligera.
La cepa se recorta a mano para no dañar el tronco. Esto permite que la tierra pueda absorber más fácilmente las lluvias primaverales, el rocío y los primeros rayos de sol.
En abril, el viticultor quita a mano los capullos sobrantes de los sarmientos para no sobrecargarlos.
En mayo, las viñas se sujetan entrelazando cuidadosamente los sarmientos en los alambres para que les sea más fácil crecer y madurar. Una vez colocados de esta forma, los jóvenes sarmientos se enrollan solos alrededor del alambre y se podan de nuevo para que las hojas crezcan de manera más uniforme y la viña permanezca a la misma altura. El siguiente paso es “elevar” las viñas incrementando el nivel de la tierra a la altura del tallo para proteger el reciente incremento de calor del sol, que es mayor durante el día.
En junio, la humedad del suelo se evapora y las viñas florecen completamente. Las uvas empiezan a formar racimos, aprovechando la luz del verano, de forma que el calor penetra en el corazón de todas y cada una de ellas. Así maduran lentamente a la sombra de las hojas, que actúan como techo de protección, y es aquí donde ocurre la transformación: debajo de la piel de estas frágiles uvas, su mosto se acidifica y su azúcar se concentra más. Y la naturaleza da forma y sentido al fruto de la viña.
A mediados de agosto se van probando las uvas. La recolección dura casi 20 días y se realiza racimo a racimo y viña tras viña. Las uvas se recolectan a mano y se clasifican de manera cuidadosa y paciente según los más altos estándares de calidad; primero, cuando aún se encuentran en la viña y, más tarde, en el tanque de trituración.
Y es aquí donde una bodega que busca la excelencia lo demuestra. Los elevados estándares establecidos por Domaines Ott* pueden hacer que en años más complicados se produzca únicamente la mitad de la cantidad establecida para asegurar siempre la misma calidad de sus vinos vintage.
Las uvas, recogidas bajo el sol intenso de mediados de agosto, se enfrían para bajar su temperatura rápidamente. Los racimos pasan entre rodillos exprimiendo las uvas sin aplastarlas, liberando sus mostos y sabores. Posteriormente se aclara el mosto para eliminar cualquier sedimento. Tras este proceso, el vino se coloca en grandes barricas de roble donde reposa del calor del sol veraniego y comienza el proceso natural.
En las barricas, que se encuentran a media luz, un proceso químico natural transforma el azúcar en alcohol y los posos se remueven de vez en cuando para darle al vino más cuerpo. El vino se aclara lentamente y va cogiendo un leve aroma a madera mientras reposa durante el invierno. En estas frías y oscuras condiciones va tomando su estructura apropiada a medida que se asienta y empieza a revelar su verdadero carácter. Barril tras barril, el vino se prueba y evalúa regularmente hasta febrero, cuando se selecciona la mezcla final para cada cosecha y cuvée. Finalmente, el proceso de embotellado se realiza en primavera.
LAS TRES HACIENDAS
Château de Selle
Fue la primera hacienda adquirida por Marcel Ott en 1912. Situada en Taradeau, cerca de Draguignan, se trata de un terreno en el que únicamente crecían olivos, lavanda y moreras. Compuesta por yeso, arcilla roja, dolomita y arenisca, mezclada con grava y piedra. Situada en el interior de las calcáreas laderas de la zona y protegida de las heladas, la hacienda disfruta de un microclima de inviernos suaves, primaveras tempranas y veranos cálidos y secos, siempre con una gran cantidad de luz solar.
Las viñas se cultivan de la misma forma tanto en los viñedos en espaldera como en terraza. El clima árido y los minerales de la tierra dan a las cosechas un carácter excepcional del que se extrae todo su sabor. La edad media de las viñas de Château de Selle es de 19 años. Los vintages son fruto de una combinación única de diversas variedades de uva, de las cuales la mitad de ellas se cultivan en las 140 hectáreas de la hacienda: la Cabernet Sauvignon dota a los vinos de complejidad, elegancia y fuerza única; la Garnacha les aporta una textura con cuerpo; la Cinsault añade un toque maduro delicado y la Syrah da a las mezclas su rico color.
Esta hacienda produce los vinos:
Rosé Cœur de Grain
Côtes de Provence 2012
Rouge Comtes de Provence
Côtes de Provence 2010
Clos Mireille
En la década de 1930, Marcel Ott se sintió atraído por una antigua propiedad cerca de la costa y del intenso azul del Mediterráneo. Mirando al mar, Clos Mireille se encuentra en Londe les Maures, cerca de Brégançon. En Clos Mireille, la tierra está compuesta por pizarras y la edad media de las viñas es de 16 años. Su localización a orillas del Mediterráneo y al pie de las colinas es poco común. Terreno arcilloso situado en un antiguo afloramiento rocoso, no contiene ningún tipo de calizas.
El microclima y el agua del mar crean las condiciones perfectas para producir sutiles e inconfundibles vinos.
Esta hacienda produce los vinos:
Côtes de Provence 2012
Côtes de Provence 2011
Château Romassan
Adquirida por la familia Ott en 1956. Replantada completamente con variedades de uva de gran calidad, los pequeños terrenos de una y dos hectáreas se reorganizaron y nivelaron para crear tanto viñedos en espaldera como en terraza.
Esta hacienda se sitúa al oeste de la provincia de Var, en el corazón de la región de Bandol, famosa por la elaboración de grandes vinos.
La principal variedad de uva de la hacienda es la Monastrell, propia de esta zona, capaz de adaptarse al clima árido y a la escasez de suelo. Su naturaleza temperamental se revela en la fuerza de sus mezclas, dando como resultado vinos robustos que duran tanto en boca como en bodega. La Garnacha, la Cinsault y la Syrah también crecen en menor cantidad. Las viñas tienen una media de edad de 25 años, repartidas a lo largo de 70 hectáreas.
La vid crece en el peculiar terreno de la hacienda, que está compuesto por piedra caliza, arenisca y marga, y sustentado por grava. Esta tierra única, junto a un microclima soleado y especialmente seco, produce vinos elaborados y muy potentes, adecuados para ser utilizados como vinos de guarda.
Esta hacienda produce los vinos:
AOC Bandol 2012
AOC Bandol 2010
LA BOTELLA OTT, SEÑA DE IDENTIDAD
Si hay algo que ha identificado en todo el mundo a los vinos de esta bodega, además de su reconocida calidad, ha sido su icónica botella. Una botella de elegantes curvas que nació de la observación de la naturaleza de La Provenza, esa naturaleza tranquila que sugirió a René Ott, una forma inspirada en sus tierras entre colinas, las filas y terrazas de viñas a la orilla del mar, y en los cipreses con forma de signo de exclamación o en los troncos torneados de las palmeras.
Este paisaje es lo que inspiró a René a crear el diseño que representaría su visión, una botella sugerente atemporal y de rasgos femeninos que se creó en la década de 1930 y que hoy no ha perdido ni un ápice de modernidad, siendo un sello de exclusividad y distinción en el mundo del vino. Recuerda a la ánforas utilizadas para recolectar el vino en la antigüedad y que todavía se pueden encontrar en toda la Provenza. Una seña de identidad y distinción.
By Ott, la nueva creación
Domaines Ott acaba de presentar en España un nuevo vino que tuvimos la oportunidad de catar en primicia, junto a M. Chistophe Renard (Brand Ambassador Domaines Ott), antes de salir al mercado. Su nombre es By Ott y nos emocionó tanto en nariz como en boca, su color es de la misma belleza de los hermanos creados cada cosecha por esta bodega.
By Ott Rosé Côtes Provence 2015
Elaborado con Garnacha 70%, Syrah 10% y Cinsault 20% es La Provenza introducida en una preciosa y cristalina botella. De color pálido y hermoso, rosa cristalino con matices de color naranja.
En nariz se descubre afrutado con notas de melocotón blanco y albaricoque, frutas de la pasión y mango.
En boca se muestra intenso, fresco, afrutado, con recuerdos de corteza de cítricos, canela y cardamomo.
Refrescante, muy elegante y sutil, te invita a beber cerrando los ojos y recordando los rayos de sol de la Costa Azul. Sin duda será un éxito en todo el mundo. Domaines Ott ha creado otra joya que ha llegado para quedarse en nuestro paladar.
Un vino creado para llegar a un mercado más amplio que sus hermanos mayores a un P.V.P. de 18,90 €.
Distribuido en toda España por Primeras Marcas, S.A.
Más información: http://www.domaines-ott.com