Los que me conocen bien saben de mi amor al terruño, al olor y sabor de la tierra de cultivo, saben de mis orígenes en tierras catalanas de frutales y olivos y en asturianas de montañas y bosques, saben que amo el trabajo del agricultor y del enólogo y saben que profundamente respeto a la naturaleza, será por ello que el gran sumiller que es Juanma Terceño un día en plena vendimia me propuso viajar al Somontano y vivir con él y buenas gentes de la hostelería una aventura gastro-enológica.
En ese invento genial que se llama AVE me pongo en Zaragoza en menos tiempo del que puedes esperar, allí ya nos esperan para llevarnos directamente al viñedo de Viñas del Vero en el Somontano, que no significa otra cosa que «terreno o región situado al pie de una montaña». Nombre que recibe por estar situada al pie del monte, a pocos kilómetros de la Sierra de Guara y de la de Salinas, son las primeras estribaciones que encontraremos antes de llegar a los Pirineos, es la cordillera montañosa más sobresaliente de España y el límite geográfico con la vecina Francia.
Una treintena de municipios lo componen y su capital es Barbastro. A menos de 50 kilómetros de Huesca, la comarca recibe las aguas de dos ríos: el Vero y el Cinca. El Vero es famoso por sus barrancos, cañones y gargantas y por sus vinos. Por eso Viñas del Vero recibe este nombre. En 1985 nace la Denominación de Origen Somontano.
Nos espera aquí un horizonte de bien cuidados campos de viñas y olivos, de carrascas y almendreras. Todo ello tiene sentido, todo ello contribuye a la creación de un ecosistema perfecto donde la naturaleza aporta lo mejor de cada uno. Viñas del Vero, trabaja en estos campos con un sentido del desarrollo de la industria vitivinícola basada en la Sostenibilidad y el respeto al Medio Ambiente, protegiendo y respetando el medio ambiente en el entorno en el que se desarrolla su actividad.
Al bajarnos del coche las viñas muestran todo su esplendor cuando quedan pocas horas para su vendimia, fruta en su punto optimo de maduración de una calidad extraordinaria que promete una de las cosechas del siglo y unos vinos que seguro marcarán una añada muy especial.
Y allí en pleno viñedo y junto a esta fruta madura somos recibidos con un día absolutamente perfecto para disfrutar de la naturaleza. Ángel Luis Vellón (Restaurante Il Bambino-Madrid), Isaac Gómez Monedero (Restaurante Palio-Ocaña), Juan Carlos García (Restaurante Choco-Córdoba), Michele de Vita (Restaurante La Gastrotaberna-Madrid), Manuel Fernández Ranera (Restaurante Aldaba-Madrid), José Manuel Castro (Restaurante La Gastroteca-Ávila), Juan Gil (Gerente Comercial zona centro de González Byass) y Juanma Terceño (sumiller de González Byass) y un servidor fuimos recibidos por José María Ayuso (Director Agrícola), Amparo Cuéllar (Marketing Manager González Byass), Diego Mur (Brand Manager Viñas del Vero) e Ignacio Español (cocinero y productor).
Pan tumaca y otras viandas como escalivada y butifarra con champiñones nos mostraba lo cerca que estamos de Cataluña y sus buena costumbres gastronómicas.
Queso y pernil no faltaban en la mesa con un paisaje que corta la respiración, aromas de viñedo se impregnan en el aire y el apetito se abre camino.
Viandas que acompañamos con dos vinos nacidos aquí, La Miranda de Secastilla 2012 y Viñas del Vero Chardonnay 2013. Elaborado el primero con Garnacha, Syrah y Parraleta, cultivadas en este singular valle reflejando el peculiar terruño del que proviene. Y el segundo elaborado con uvas de Chardonnay del pago «Lapiedra», del que obtiene su especial tipicidad, se elabora por maceración en frío de las uvas recién vendimiadas.
Esta comarca posee unas condiciones climáticas y de terrenos muy favorables para el cultivo. El Vero, el influjo de los Pirineos y una pluviometría anual de 600 mm. proporcionan unas circunstancias naturales sobresalientes para el desarrollo de la vid. Con unos 11 grados centígrados de temperatura media anual, inviernos relativamente extremados y veranos cortos y suaves, la propia naturaleza otorga los principales ingredientes para unas cosechas de gran calidad.
Así nos lo contó José María Ayuso, copa en mano que es como mejor se entienden las explicaciones sobre la forma de elaborar un vino, la selección de la uva y el cuidado constante de sus viñas. Actualmente, Viñas del Vero es la primera bodega de la Denominación de Origen de Somontano por su volumen y calidad de producción. La empresa cuenta con 612 hectáreas de viñedo propio y elabora alrededor de 5 millones de botellas al año, lo que supone el 40% del total del Somontano. Sus vinos, Viñas del Vero, Secastilla y Blecua, pueden encontrarse en los mejores restaurantes y tiendas especializadas de más de 50 países, entre los que se encuentran Estados Unidos, Canadá, México, Japón, Reino Unido, Alemania, Holanda, Bélgica, Suecia, Dinamarca, Suiza y Austria. Desde julio de 2008 es propiedad de la familia de bodegas de Gonzalez Byass.
José María nos invitó a comenzar la vendimia y así lo hicimos, nadie se quedo sin cortar sus racimos, una vendimia simbólica que nos permitió probar las buenas uvas que colgaban de la vid. Comenzó Isaac Gómez Monedero (Restaurante Palio-Ocaña).
Seguido de José Manuel Castro (Restaurante La Gastroteca-Ávila), que acaba de iniciar una nueva aventura en la hostelería con su restaurante.
También cortó sus uvas Juan Carlos García (Restaurante Choco-Córdoba), jefe de sala del restaurante que regenta con su familia en Andalucía.
No quise yo quedarme sin cortar mis uvas, aunque comí más que entregué y es que no en vano me llaman «el terror de las viñas» me gustan tanto antes como después de fermentar.
Michele de Vita (Restaurante La Gastrotaberna-Madrid) y Ángel Luis Vellón (Restaurante Il Bambino-Madrid) mostraban su trabajo satisfechos.
El sumiller Manuel Fernández Ranera (Restaurante Aldaba-Madrid) disfrutó del arte de la vendimia.
Y así en pleno viñedo descubrimos los secretos José María bajo la atenta mirada de todos nosotros. Nos mostró los diferentes pagos y sus interesantes composiciones diversas de suelo.
Este recóndito valle es el último descubrimiento enológico de Viñas del Vero. Secastilla está situado en un enclave excepcional del Somontano más septentrional y tiene unas condiciones agroclimáticas bien diferenciadas para el cultivo de la vid por su especial microclima mediterráneo. Aquí se cultivan 48 hectáreas de viñedo ecológico en laderas pedregosas situadas por encima de los 700 metros sobre el nivel del mar. En este valle se han recuperado viñedos muy antiguos de Garnacha, variedad tradicional de Secastilla y se han realizado plantaciones de Garnacha y Syrah.
En el caso de Secastilla se cultivan viñedos muy antiguos de Garnacha que han sido recuperados para elaborar este vino. Con estas uvas vendimiadas manualmente cada año a finales de octubre se elabora una serie muy limitada.
En el caso de La Miranda de Secastilla se elaborada como ya decía anteriormente con las variedades de Garnacha, Syrah y Parraleta,
Nuestro día de vendimia termina aquí, nos esperará una noche muy especial en la Bodega de Blecua, experiencia que os contaré en otro post. Y terminamos las horas de sol con una fotografía de grupo.
Y por supuesto terminaremos esta mañana y tarde de aprendizaje sobre el arte de hacer vino brindando con La Miranda de Secastilla y Viñas del Vero, un encuentro con tierras sorprendentes y vinos también sorprendentes producto de una naturaleza caprichosa y bella como pocas. Agradezco de corazón a todo el equipo de Viñas del Vero su recibimiento y sus muchas atenciones ¡Salud!
En mi visita al Somontano de hace dos años, Viñas del Vero, nos hizo una ruta por la bodega con cata final de las mejores a las que he asistido. Nos encantó la orientación al visitante que tienen y que aplican a todo el mundo.
Esta fue nuestra experiencia:
https://elemparrao.wordpress.com/2012/08/29/barbastro-y-el-somontano/