He tenido mis dudas sobre cuál sería la mejor manera de estrenarme en este fantástico blog y de si sería adecuado hacerlo con este relato. Pero me convencí de que, a fin de cuentas, este pequeño relato tiene su justificación. Así que, ahí lo dejo.
El cuento que quiero contaros nos lleva a la zona productora de vino más al sur de Cataluña, la Terra Alta, que es precisamente dónde yo nací y crecí. Es allí, lo recuerdo con todo detalle, dónde acercándose el mes de septiembre, he tenido las mayores perezas y ganas de escaqueo. Era, por ese entonces, que con tijeras y cubo en mano, llegaba el momento de recoger la cosecha de uva. «Hemos trabajado duro todo el año y ahora llega el gran momento», oía una y otra vez.
Yo, lo confieso con toda naturalidad, no tenía la cabeza entonces para comprender ni compartir nada de esa filosofía. Quería hacer mis cosas, estar con mis amigas. ¡Incluso prefería hacer los deberes del cole! Pero también debo admitir que, afortunadamente como pasa con todo, el paso del tiempo me hizo ver y entender el significado y valor que tenían esas palabras.
Empecé a entender las largas jornadas de trabajo bajo el sol, las miradas de preocupación hacia el cielo temiendo más días de lluvia. Lo duro de tener que arar, y volver a arar; de madrugar para deshojar y darle el espacio a la uva para que crezca sana y libre; lo difícil de aceptar un mildiu que malhería de muerte a algunas de las cosechas.
Fue así, como cuando despiertas de un sueño de golpe, que lo entendí todo. Sus tierras, su trabajo, sus días entre viñedos siempre fueron su pasión. Y la entendí hasta empezar a compartirla. Mi padre ha trabajado duro toda su vida en algo que le entusiasmaba, que llenaba sus días y le daban las mayores alegrías –y también algún que otro disgusto. Y, la verdad, es un placer haber tenido a un profesor, aunque ni me diera cuenta, tan cerca y tan dedicado. Gracias, papá. Voy a intentar, aunque siga sin entusiasmarme la recogida de uva, explicar cuánto pueda sobre una gran labor como la que has realizado toda tu vida.