El barrio de Salamanca está de moda, si su flamante calle de Jorge Juan y otros muchos lugares de culto no fuesen pocos, surgen cada día nuevos restaurantes a los que da gusto ir a comer. Es el caso de Ni Mú situado en plena calle Goya, en el número 31 haciendo esquina con la calle Velázquez.
Nos recibe Luis, jefe de sala y brillante profesional de exquisita educación y formación, de esos maestros de sala que tanto cuesta encontrar ya. En la mesa la carta nos espera sobre soporte metálico en vertical, una forma cómoda de verla sin tener que molestarse en tocarla. También saben lo que es un detalles de buen gusto cuando haces una reserva para celebrar algo especial…
De una carta sencilla, sin complicaciones y de fácil realización empezamos por una Ensaladilla Rusa con Carabineros, y empezamos muy bien, rica y sin artificios, el carabinero le aporta su intensidad de sabor a una ya bien realizada y suave ensaladilla.
Para seguir unas Alcachofas, fuera de carta, bien marcadas. Materias primas de buena calidad para un precio más que justo.
Un nombre divertido es el del siguiente plato, Macarrones de la Suegra, gratinados y acabados con generosas porciones de queso que se funden sobre la pasta.
Los platos de Ni Mú están claramente pensados para compartir, eso que tanto nos gusta a los españoles, su oferta en platos tipo tapas te permiten disfrutar de una divertida comida probando diversas preparaciones. Una de ellas son sus Churritos de Pollo Crujiente con Salsa de Mostaza y Miel.
No voy a dejar de seguir la recomendación de Luis y probaré el que según él es uno de los mejores platos de la carta, su Steak Tartar y en efecto está a la altura de las expectativas, bien preparado y con el punto de picante que les he pedido.
En el capítulo de los postres nos llega otra recomendación, el Brownie de Chocolate. Original y divertida presentación para un clásico.
En la mesa se presenta un huevo autentico, al romper la cáscara se encuentra uno el brownie en su interior, lo que se dice un postre sorpresa.
Otra opción para el postre es un clásico de nuestra repostería española, la Torrija de Carmona, me apetece recordar el sabor de esta delicia que en mi año de vida en Sevilla pude degustar hasta la saciedad. Su elaboración original comporta el uso de miel y de vino oloroso o moscatel, clavos de olor y piel de naranja y limón además de los ingredientes característicos de todas las torrija. Un acierto de postre para terminar tan agradable y sencilla comida.
Un nuevo espacio recuperado con acierto para disfrutar de una comida o cena con los amigos o la familia en un barrio al que ya le sobraban locales con ciento tufo a rancio, Ni Mú además tiene una pequeña terraza que seguro llenarán durante todo el verano.
