Poesía y aromas del sur en una cena memorable en el Restaurante Aldaba. Sherry Festival
Dentro de las Experiencias Gourmet que han ilustrado el Sherry Festival celebrado en Madrid del 3 al 13 de abril no me quise perder la que se celebraría el día 8 en el Restaurante Aldaba, el espectáculo estaba garantizado con Antonio Flores como guía de la experiencia, como sumiller el gran Javier Gila, como cocinero Antonio de las Heras, y Juanma Terceño animando la cena con los chefs, sumilleres y comunicadores asistentes.
Las estrellas absolutas de la noche, los vinos de la Bodega Tío Pepe, por supuesto en armonía con la cocina de Aldaba.
Si Frank Sinatra era la voz, Antonio Flores es la poesía, la poesía en el mundo del vino, una enciclopedia humana repleta de registros de aromas, de sabores, de notas asociadas a los vinos de la bodega que le vio nacer.
Comenzaría nuestra cena con un aperitivo de la casa servido con Oloroso Dulce Solera 1847.
Flores nos mostraría el camino del inicio de nuestra armonía con una copa de Fino Tío Pepe
El chef para esta armonía nos propone una Ensalada Tibia de Bacalao con tomate, aguacate y pimiento asado.
Con palabras cargadas de emoción y amor por su vinos, Antonio, inundan la nueva sala del Restaurante Aldaba. Cuando Antonio habla los demás escuchamos embelesados, su voz engrana características de los vinos sin complejidad, con la naturaleza que el vino tiene, gusta o no gusta. Y lo hace con el ritmo del mar, con oleadas de poesía que terminan en el impacto emocionante del vino venido del sur en nuestras bocas.
Es ahora el momento del Amontillado Viña AB acompañado una Almeja Gallega Guisada con Alcachofas, Jamón Ibérico y Azafrán
Nombre de mujer tiene nuestro siguiente vino, y como aroma de mujer me llena, me turba y me muestra todos su más íntimos secretos desatando sus notas salinas, tostadas y de yodo, es Palo Cortado Leonor, un Palomino de 12 años.
Y llega nuestro Palo Cottado con buena compañía, un exquisito Atún Rojo Plancha con Brotes de Cebolla, Ajo Tostado y Salsa de Wasabi.
Entre anécdotas, aportaciones constantes de sabiduría y un juego constante entre sumilleres Javier Gila y Juanma Terceño nos hicieron pasar una noche muy especial.
Ahora unos Callos Guisados con Chorizo y Morcilla Asturianos llegan en armonía con Palo Cortado Apóstoles.
Antonio Flores casi ha llegado al final de su viaje poético, en su recorrido ha dejado el alma, la sonrisa y el buen humor del que justamente hacen gala los andaluces y más concretamente los jerezanos y gaditanos. Hemos vivido la emoción en directo, la sabiduría de un hombre que en esto del vino de Jerez lo es todo, un autentico espectáculo para no olvidarlo ¡Gracias maestro!
En una broma entre compañeros, Javier Gila sería en esta noche embestido Principe Heredero, un nombramiento que ya le viene corto pues hace muchos años fue definido como el Principe del Vino. La broma siguió con el agradecimiento por su trabajo esta noche y todos los días del año, por una entrega a este fascinante mundo del vino.
Agradecimiento también y aplausos para el Chef Antonio de las Heras que tan brillantemente ha preparado la otra parte de esta armonía con los vinos de Jerez.
En el último tramo de su recorrido Flores nos presenta el Oloroso Dulce Matusalem acompañado de una Tarta de Chocolate y Mandarina con Helado de Hierbabuena. Último suspiro de Jerez ahora en su versión más dulce, más golosa y a la vez más intenso.
Una noche de nuevo para el recuerdo, al día siguiente parto a tierras brasileña y me queda el recuerdo en boca y nariz de mi país en esta cena, del aroma y sabor de unos vinos que traen nuevos aires de revolución ¡la Sherry Revolutión!
