Bodegas Tío Pepe presentó sus cuatro joyas anuales, la nueva colección de Finos Palmas y lo hizo conectando vía streaming las ciudades de Jerez, Sevilla, Madrid y Barcelona. Ochenta catadores separados por más de 1000 kms. pudimos descubrir los nuevos aromas, sabores y personalidades de cada uno de ellos.
Antonio Flores, Master Blender de la bodega desde Jerez presentó y embriagó con su magia los oídos de todos los presentes en las cuatro ciudades conectadas. Cerca de 181.000 personas siguieron la presentación por la Web.
Las Palmas son finos de Jerez que se distinguen por su delicadeza y finura. El número de palmas define su vejez. Para desarrollar estas joyas Antonio Flores y Sarah Jane (Master of Wine) han catado más de 150 botas de Tío Pepe en busca de lo mejor de lo mejor, un trabajo que requiere unos conocimientos casi de otro planeta. Antonio nació en esta bodega y se comprende su conocimiento impresionante de estos vinos, no tienen secretos para él.
Comenzamos con la cata, Antonio Flores nos introduce uno a uno en los cuatro Palmas.
Una Palma, el esplendor de la flor. Tío Pepe evolucionado, 6 años de crianza biológica para un fino de raza. Selección de tres botas en las que la “flor” es aún un manto de vida. La solera está compuesta por 142 botas y las seleccionadas han sido la nº1, nº9 y nº11.
Dos Palmas, equilibrio y grandeza. 8 años de contacto con la “flor” que aún perdura tenue en la superficie del vino. Selección de dos botas de roble americano, en concreto la nº7 y la nº26 de una solera de 150 botas.
Tres Palmas, velo y oxidación. Tío Pepe muy viejo, la “flor” al extremo. Tras 10 años de envejecimiento son ya algunas las botas que mantienen trazos de levadura que continúa interactuando mágicamente con el vino. La bota nº30 ha sida selecciona de entre las 150 botas que componen esta solera.
Cuatro Palmas, vejez y sabiduría. De marcado carácter a fino, este amontillado muy viejo supone la evolución de Tío Pepe hasta el “summun”. Selección de solo una, la nº3, de las seis botas que envejecen en Bodegas Tío Pepe desde hace 48 años.
Desde cada una de las ciudades se realizó una valoración de las catas de los presentes.
En Madrid tuve la oportunidad de disfrutar de la compañía de grandes catadores y sumilleres, entre ellos Juanma Terceño que se encargó de relatar la impresión de los catadores de la capital.
Emocionante cata, emocionantes vinos y la mejor compañía para disfrutar de los Palmas, una selección muy limitada que pocos paladares podrán disfrutar, agradezco a Juanma Terceño y a todo el equipo de González Byass la oportunidad que me han brindado. Para terminar de forma brillante Juanma nos regala el paladar con una Tintilla de Rota.
Una imagen final de todos los catadores de Madrid junto a los cuatro Palmas para despedirme de este día que seguro no voy a olvidar con facilidad. Cuatro vinos importantes que ya forman parte de mi memoria gustativa, ya forma parte de mi ser, muy emocionante.
Termina la cata y el día, me marcho bajando la calle Alcalá y en el silencio interior los aromas me acompañan, es ahora cuando comprendo el motivo del trabajo de los creadores de aromas, de los escultores de emociones…
