donde nos espera nuestro anfitrión Jeremy Hawking (Chief Executive de Luxury Scotland).
Empezamos el día con un espacio muy exclusivo, situado en uno de los barrios más sofisticados de Edimburgo, entramos en The Atholl Hotel.
Espacios como su cocina que se convierte en el centro neurálgico de este singular hotel-restaurante.
Con la bucólica e invernal escena de su precioso jardín, que en verano es el lugar de donde no te quieres levantar, nos marchamos de este oasis de paz y alta clase viendo caer las hojas de sus preciosos arces rojos.
Al lado de este gran espacio para eventos paramos un minuto para tomar un aperitivo y ¡sorpresa!, vinos de todo el mundo y su clasificación de españoles no es mala, el bar se llama ALL-BAR-ONE
Siguiente parada para disfrutar de lujoso Sheraton Grand Hotel & Spa de Edimburgo donde dormiré esta noche, por ahora vamos a conocer su Club Lounge.
Una sala para descansar y tomar algo a cualquier hora del día con un servicio privado de camareros, es la sala para las habitaciones superiores.
Nos espera un gran exceso culinario esta noche y después de visitar en impactante spa del este hotel nos invitan a tomar una digestiva, ecológica y biológica comida servida en atractivos combos, con ensaladas, arroces integrales y otras especialidades ¡Una gran y sana idea!
Antes de nuestra marcha nos despide Malcolm Webster, Chef ejecutivo del Sheraton Gran Hotel & Spa de Edimburgo, he querido conocerle y saber un poco más sobre sus ideas y gastronomía.
La tarde nos permitirá pasear por la bonita ciudad de Edimburgo y admirar los siglos de historia que barnizan sus calles y monumentos y que ya tenía el placer de conocer.
Caprichoso e inexorable el día se empeña en terminar y la luz del sol nos abandona dando paso a la atractiva noche escocesa, hoy Jeremy nos ha preparado una grata sorpresa, cenaremos en el muy famoso y prestigioso Restaurante Rhubarb perteneciente al Hotel Prestonfield.
Un mito, un clásico, el Restaurante Rhubarb es uno de esos lugares especiales donde una vez en la vida hay que ir, elitista y donde las altas clases sociales celebran sus eventos más importantes.
Tan exclusivo que hoy está aquí la Princesa Ana de Inglaterra, así que tendremos una cena real.
El restaurante se compone de diferentes restaurantes con ambientaciones y decoraciones diferentes, todas ellas clásicas y con mobiliario de época. Cenar aquí es como viajar en el tiempo.
Y después de ver la carta tengo muy claro que será digna de reyes, empezamos con los entrantes y en la mesa seleccionamos varios platos, Conejo Salvaje y Foie Gras, Albaricoque y Pistacho, primer y espectacular acierto.
Una impresionante carta de vinos de todo el mundo me ocupa diez minutos seleccionar el vino que tomaremos, mis amigos quieren algo especial para esta noche y me decanto por un conocido que no me va a fallar, el chileno Lapostolle un Cabernet Sauvignon de 2010 nacido en los sub-valles de Colchagua. Buen compañero para nuestros platos, ha gustado a mis amigos.
Creativos entrantes como la Isla de Kintyre de Manzana Ahumada, Royal de Cheddar con frutos secos salados, remolacha y albahaca nos llenan la mesa de fragancias y nuevos sabores.
Vieiras, Puré de Coliflor, Apio, Chorizo, Manzana y Salsa de Trufa y Confit de Limón es otra de las propuestas
Nuestra primera botella a tocado fondo y mis compañeros de cena me piden que haga magia de nuevo, no quiero cambiar de uva pero si lo vamos a hacer de país y de continente, nuestro nuevo invitado a la mesa es un Jordan 2008 de Stellenbosch (Sudáfrica) y triunfa como el anterior.
Mi plato para acompañar esta joya de la enología es un Filete de Bacalao, Limón Confitado, Hinojo y Germinado de Perejil, otro acierto.
Helados artesanos realizados en el propio restaurante y pudin de cuatro tipos (chocolate blanco, chocolate, pera y manzana) son la propuesta de Rhubarb para terminas esta exquisita cena.