Regresar a Asturias siempre me reconforta, en mis venas corre sangre asturiana gracias a mi madre nacida en Oviedo y sin duda por ello me siento en mi casa con estas buenas gentes. Hoy tengo el placer de relatar mi experiencia vivida en uno de los templos de la gastronomía asturiana, Casa Gerardo. ¡Bienvenido al placer, bienvenido al buen gusto!
Primera parada en boxes, la formidable cocina de los Morán, el motor de un mítico restaurante necesario para crear la cocina más innovadora del Principado, innovación sin olvidar la tradición.
Segunda parada la mesa del chef, que padre e hijo me han ofrecido para disfrutar de esta comida tan especial viendo como se elabora.
Buena apertura de comida con la propuesta de un Monasterio de Corias «Viña Grandiella» , creado con albarín blanco y pequeñas cantidades de moscatel, su característico aroma frutal nos prepara para el primer aperitivo
que es una original manzana helada que los Morán llaman de forma muy creativa «Cóctel de Bienvenida», un agradable trago sólido en frío.
A continuación el sabor de Asturias sigue presente y ya no nos abandonará hasta el final de la comida, un «Bocadillo Crujiente de Quesos Asturianos»
Ahora llega una «Piel Roja de afuega L´pitu Rey Silo» una interesante propuesta con todo el sabor de este queso singular y del que ya os hablé hace tiempo en la presentación de quesos artesanos en Madrid.
El rotundo sabor del pollo asturiano lo encontramos en el «Salazón de Pitu de Caleya y Nuez» un pollo que sabe a caza, azafrán y maíz, algo exquisito y muy diferente a los pollos comerciales.
Sabor recio también el de estas «Croquetas del Compango» en su interior la composición cárnica utilizada para la fabada que tan buen gusto aporta a estas croquetas.
El siguiente plato es «Nabo, anchoas y lácteos» parece una combinación arriesgada, pero solo hasta que la pruebas ya que es un plato de contrastes que me gusta.
Pero más original es la composición de la «Crema de castañas asahumada con yema de oricios», me ha sorprendido por la fusión de dos materias primas tan diferentes, la castaña procedente de los inmensos castaños asturianos y el delicioso erizo de sus costas, tierra y mar para dar como resultado un plato genial.
«Nuestra lata de mejillones en escabeche» es también otra original propuesta tanto en presentación como en sabor.
No terminamos de degustar moluscos y ahora es el turno de la sabrosa «Ostra Joselito» acompañada de el famoso jamón que lleva su nombre.
Y continuamos en línea de sabores del mar con otro molusco, «Berberechos en su habitat» otro delicatessen elaborado con el famoso plancton del gran chef del mar, Ángel León de A Poniente buen amigo de los Morán.
Antes de continuar nos sirven el tinto «Corias by Pedro Morán» el primer vino de autor de Asturias creado por Bodega Monasterio de Corias, creado en exclusiva para Casa Gerardo y elaborado con las variedades de uvas autóctonas Carrasquín, Verdejo negro y mencía. Un vino 100% asturiano para una gastronomía 100% asturiana.
No podían los Morán defraudar mi expectativas, y vamos «in crescendo» con sus aromas de mar, un espectacular «Salmonete, miso y semillas de escanda» me emociona y me agrada en grado sumo su toque final con miso y semillas de escanda procedentes del trigo de invierno de ciclo largo.
De vez en cuando me cuelo en la cocina para ver el proceso, es lo que más me gusta no lo puedo evitar, Pedro y Marcos me permiten verles trabajar y se lo agradezco mucho, no hay nada mejor que ver a los grandes chefs trabajar con su amor y delicadeza en cada plato ¡un gustazo!
Para despedirnos del pescado y entrar en los principales con más cuerpo los Morán nos hacen disfrutar ahora una «Codorniz de Bresse con toques tostados» en su punto de cocción y con esas notas de tostado que han conseguido darle y que tan bien sientan a esta pequeña ave.
Y como todo el que viene en peregrinaje a esta gran casa, ansioso estoy de probar la famosa «Fabada de Prendes», y no es de extrañar que sea famosa en el mundo entero, solo os puedo decir que hay que venir a probarla. Acostumbrado a probar este plato en grandes mesas asturiana me ha impresionado, espectacular!!!!
Y aunque me de mucha lastima todo tiene que terminar y mi comida llega a su fin, y llega con los postres, concretamente con un original y muy visual «Té con limón». Tres texturas muy especiales empezando por la helada del sorbete de té, seguido por la crema de limón y finalizado por una base de galleta. Muy bueno.
El final de nuestra agradable comida lo marca una espectacular «Crema de arroz con leche requemada», da igual que no te guste el clásico arroz con leche, te aseguro que este te gustará. Cremosidad total para un postre que te inunda la boca y te emociona, el contraste viene con su acabado crujiente gracias al caramelizado, una maravilla de cierre para una comida soberbia.
Una experiencia para recordar y repetir cuanto antes, una comida espectacular y una compañía insuperable, cocineros de alta gastronomía y muy buena gente ¡Grandes los Morán, sangre asturiana/cocina asturiana!
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