Hoy os traigo un bonito relato gastronómico que demuestra como puede cambiar la vida de una persona. Y comienza el relato con mi visita a una humilde Trattoria afincada en un barrio que ha visto nacer y morir destacados locales de tapas y comidas, es Don Lisander .
Los protagonistas de esta historia son un padre y un hijo, Alberto y Stefano Carta. Stefano decidió viajar a Madrid y probar suerte en una de las ciudades que más bares y restaurantes tiene por m2. Al poco tiempo su padre acudió a reunirse con su hijo y juntos cocinan en la Trattoria Don Lisander.
Alberto trabajó como cocinero en el Hotel Villa D´Este uno de los más bellos y glamurosos del mundo, elegido por la revista Forbes como el mejor hotel del mundo entre 400 candidatos seleccionados para este destacado puesto. Está situado en la orillas del paradisiaco Lago di Como y os recomiendo visitarlo.
Al llegar a España decidió seguir trabajando como cocinero pero en esta ocasión sin jefes y montó la pequeña Trattoria que guarda la esencia de esos locales muy caseros y sencillos que podemos encontrar por toda Italia. Este tipo de locales me gustan especialmente, desnudos de decoración y lujo, sin pretender nada, dando todo el protagonismo a la comida que se pone en la mesa.
Nada más entrar en la sala veo y huelo cocina sarda pero guardo silencio y espero a ver la carta, he disfrutado de siete maravillosos veranos en la isla de Cerdeña y he aprendido algunas de sus más grandes cualidades culinarias ¡me fascina su cocina!
El primer Antipasti que he querido degustar, como fanático del queso que soy, es su Burrata al Tartufo, es sencillamente espectacular y la trufa ensalza su sabor haciendo esa mezcla única de la acidez del queso y la rotundidad y potencia del tartufo.
La carta de vinos incluye algunas referencias de vino español e internacionales donde por supuesto no faltan los italianos, mis queridos amigos y compañeros de mesa han seleccionado un Enate Crianza 2006, que nos ayuda a sintonizar el paladar con la burrata con su aroma intenso donde queda presente la fruta roja madura, minerales ahumados y un punto lácteo. Su composición de Tempranillo y Cabernet Sauvignon muestra en boca una densidad característica con un final largo y donde las notas tostadas tiene principal protagonismo.
El segundo antipasti es uno de los grandes clásicos de la cocina italiana, Vitello Tonnato, una receta originaria de mi querida región del Piamonte donde también destacan infinidad de platos, recetas y productos sorprendentes como la trufa que formaba parte de nuestro anterior plato. Para los que no conocen este plato decir que se trata de una finísima carne de ternera cubierta por una deliciosa salsa de atún.
Y antes de pasar al principal acabamos los antipasti con una Melanzane alla Parmigiana, que traducido al castellano es una berenjena al horno gratinada con el delicioso queso Parmigiano Reggiano. Por ahora un 10 para los primeros platos, no hay artificialidad en su elaboración, sabor puro de Italia.
Es la hora de deleitarme vista y paladar con una impresionante pizza de las que he estado viendo pasar durante toda la cena en dirección a otras mesas, mi olfato y conocimiento de la cocina sarda me dice que aquí hay un cocinero de Cerdeña.
Mi elección nuevamente tiene como protagonista al queso, y no es otra que la Pizza de Mozzarella di Bufala, alargada, finísima y extraordinaria, con su punto de cocción en masa exacta, me apasiona y me convierto en fan de esta trattoria desde ya. Me reafirmo que esta pizza es sarda y le pido a una de las camareras que si puedo saludar al cocinero.
No tarda ni dos minutos en aparecer el chef y responsable de tan deliciosa cena, que en efecto me confirma que es nacido en Cerdeña, cruzamos palabras y recuerdos de su bella isla, estoy ante un humilde cocinero que ama su trabajo y al que todavía le cuesta hablar español, siempre es un placer escuchar hablar el italiano que entiendo bien. Me enseña la tabla de las pizzas de un metro de largo que solo se hacen entre semana cuando no hay muchos clientes. Otro motivo para regresar a este templo de la cocina italiana.
Para terminar, de los postres típicos italianos elegimos el más reconocido internacionalmente, el Tiramisú que resulta ser muy bueno, en línea con toda la cena. También he probado su helado de dulce de leche y no me ha defraudado.
Este encantador Chef no quiere que abandone su restaurante sin probar unos de los licores más famosos de su isla, Zedda Piras, un orujo elaborado con Mirto de Cerdeña, potente y muy bueno.
Ha llegado el triste momento de abandonar esta humilde y sencilla morada que guarda un gran cocinero y una gran gastronomía de Italia. Si buscas lugares de diseño italiano y con mucha tontería no vengas a Don Lisander , pero si eres de los que aman la buena cocina Italiana y te gusta la buena gente este restaurante te encantará, estoy seguro que Alberto y yo nos vamos a ver muchas veces y me develará algunos de sus secretos.
Mis amigos me regañan al saber que voy a subir a mi blog la experiencia de esta noche, temen que al hacerlo Don Lisander se convierta en un sitio de moda de la ciudad todos los días de la semana y no puedan ya nunca reservar mesa si no es con semanas de antelación, pero no tiene nada que hacer, les quiero pero yo seguiré compartiendo mis experiencias con todos vosotros. ¡Salud y mucha suerte para Alberto y su equipo de Trattoria Don Lisander, se la merecen!
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la mejor trattoria de Madrid, y el maitre más guapo.
lo mejor de este restaurante son sus espectaluras pizzas, fuera de lo común, ni redondas ni cuadradas, muy originales y con unas combinaciones inimaginables pero muy buenas.
el servicio también es de envidiar, por la sonrisa espectacular y tan cercano y atento.
también he de decir que lo mejor de toda la cena fue cuando el cocinero fue a saludar a mi mesa, Stefano con su acento italinao…. le habria pedido a él el postre.
muy recomendable visitarlo para disfrutar de una comida o cena.