Después de su paso por Madrid y un tiempo en Ajo Negro de Jerez, el chef Antonio Caramé regresa a la carga con un estimulante proyecto, más que un proyecto un sueño.
Todo el mundo sueña alguna vez en su vida tener un chiringuito en un lugar paradisiaco, pues bien Antonio trabaja hoy en Albatros, un autentico paraíso en Andalucía, frente al mar y en una de las mejores playas de España.
En la impresionante Playa de la Barrosa (Chiclana), en Sancti Petri, donde se encuentran varios hoteles de lo mejorcito de nuestras costas, y donde cada día se pueden ver las más llamativas puestas de sol es donde se encuentra Albatros.
El empresario Fernando Mesones, conocido por su trabajo en el sector de la hostelería, propietario también de El Barco en Cádiz es el creador de este espacio gastronómico, apoyado por su hermano Santos en el servicio de mesas y por Antonio Caramé como jefe de cocina.
Antonio me ha llamado al ver que estaba en esta zona haciendo crítica en varios restaurantes de la zona, me ha ilusionado saber que estaba en este nuevo proyecto y he querido verlo y probarlo personalmente, me gusta el estilo de Antonio y quiero ver su evolución.
Para abrir boca nada mejor que un vino de la tierra, será una Manzanilla Siete Soles, elaborada con Palomino Fino, un vino de crianza biológica que se produce bajo el velo de flor que forman las propias levaduras.En Sanlucar de Barrameda se dan unas condiciones climáticas únicas y claves para la crianza de este vino utilizando el sistema tradicional de criaderas y soleras en botas de roble americano.
Característico color Amarillo pálido-pajizo. De aroma con notas de camomila y almendras. Seco, fresco y delicado al paladar.
Comienzo con una Ensaladilla de Gambas, cremosa, de patata suelta y con marcando sabor de ambas sin pesar la ligera mayonesa, rica y bien planteada desde la presentación a la elaboración.
Quiero ahora acompañar los siguientes platos con un Entrechuelos Chardonnay 2013, un vino sin crianza elaborado en jerez de la Frontera. Vino suave con notas cítricas, flores blancas y frutas tropicales como el mango.
Vino perfecto para establecer armonía con el Tataki de Atún Rojo de Almadraba que Antonio corta personalmente, corte limpio y preciso que muestra toda la nobleza de este espectacular animal que aquí es tan popular que es difícil no encontrarlo en alguno de los restaurantes de la zona, hay que tener en cuenta que la pesca de estos enormes túnidos se hace muy cerca de aquí.
El Chardonnay amplia en boca el sabor del atún y eleva sus notas salinas y las de las algas que acompañan a este pescado.
Las algas son también la base de mi siguiente plato, Tortilla Francesa con Algas y Grana Padano, curiosa combinación que Antonio fusiona con éxito. El Grana Padano es un queso italiano que se elabora en las regiones de Emilia-Romaña, Lombardía, Piamonte, Trentino-Alto Adigio y Véneto, es semi-graso con curación de año y medio.
El chef borda unas cuidadas Croquetas de Chipirones donde la tinta aglutina con la cremosa masa el sabor de un buen chipiron.
En el capítulo de los postres Antonio ha querido contar con las elaboraciones más dulces de Rubén da Silva, reconocido pastelero que trabajó junto a Oriol Balaguer y Juan Andrés Morilla, mejor cocinero de España en 2009. Su primera propuesta es un Mousse Guaje, de avellana, chocolate blanco y brownie.
Seguimos con el Mousse Kabuka, cremoso y especiado.
Y terminamos con un Vasito de Manzana Caramelizada. Buena elección la de estos postres que sería muy complicado elaborar en unas instalaciones como la que tiene este establecimiento.
Tiempo para despedirme de mi amigo Antonio y de sus nuevos compañeros de aventura, tiempo para darles la enhorabuena por este espacio que tendrá 14 años de concesión para hacer disfrutar a los muchos amantes de esta formidable playa.
Me marcho con la emoción de una buena cena y los vinos de Andalucía, me quito el calzado y arrastro mis pies por la playa de la Barrosa, estoy en comunión con la naturaleza, mirando a la luna que muestra su cuerpo luminiscente en el cielo mientras el mar me canta su canción, pausada, rítmica y me regala su brisa marina que llega de lugares lejanos por el batir de las alas de un albatros, el final perfecto para una noche mágica.