Poco podía imaginar el padre de los hermanos Monedero, en Ocaña y desde su humilde panadería, que un día sus dos hijos regentarían el restaurante referencia de la zona. Su trabajo en diferentes restaurantes de Londres y en algunos de los top de España como Santceloni fueron su catapulta para llegar a fraguar el Restaurante Palio.
Muy cerca de la plaza de Ocaña (Toledo), allí se encuentra el Restaurante Palio, en su interior dos hermanos, el Chef Jesus Monedero, y el sumiller y jefe de sala Isaac Gomez Monedero, gestionan uno de los espacios gastronómicos referencia de Castilla-La Mancha.
No es la primera vez ni la última que vendré a casa de los hermanos Monedero, su pequeña rezuma clasicismo y comodidad.
Jesús es bien conocido en la profesión tanto de los chefs como de los panaderos, a él le gusta llamarse chef panarra, su obsesión por el pan artesano le viene desde la cuna, tres generaciones de panaderos lleva en la sangre. Esto permite que en la mesa cada día tengan varios tipos de panes y elaboraciones panarras. Su último logro ha sido construir un horno de leña en el que da rienda suelta a su gran afición del pan junto a los más grandes panaderos del mundo que suelen visitarle y compartir conocimientos en su casa.
El menú cambia en función de los productos de temporada, la cocina de Jesús bebe de diversas influencias pero la cocina de la tierra está muy presente. Siempre te puede sorprender con un aperitivo como una Tortilla de camarones y unas gachas, y es que cualquier elaboración que tenga harina, incluso de garbanzo, le gusta trabajarla.
También lleva el trigo al plato, lo hace con este interesante Trigo con huevo.
Buenos maestros tuvo Isaac en Santceloni que le ensañaron el más exquisito servicio de sala, un servicio en espejo que ejecutan con varios platos, es el caso del bacalao al papillote.
Es el caso también de su Perdiz escabechada, uno de mis platos preferidos, Jesús tiene en carta muy a menudo esos escabeches, tradición de estas tierras que siempre los usaron como el mejor medio de conservación ante la dureza del clima. El servicio en sala de Isaac permite disfrutar del ave sin tener que trabajar absolutamente nada.
Limpia y carente ya de carcasa, así la sirve Isaac al comensal.
Un buen Tiramisú da por finalizada la comida.
Un Finca Villalobillos 2018 es la propuesta enológica que Isaac me hace para acompañar mi comida. Un airén plantado en pie franco en 1935 que muestra en nariz notas muy agradables de hinojo, flores y fruta blanca. En boca destacan sus definidas esencias cítricas. Buena elección de Isaac, en especial para acompañar a la perdiz.