La exclusividad es algo que hoy en día en el sector de la hostelería se busca cada vez con más ahínco, experiencias singulares y diferenciales donde el producto sea la estrella y donde los comensales se sientan especiales.
Hoy viajo a Alicante para vivir una de esas experiencias creada para gente que busca la excelencia, los artífices son el notable empresario Carlos Bosch y su socio el Chef Sergio Sierra, juntos lideran el proyecto del Restaurante El Portal, uno de esos lugares mágicos que como ya dije en algunos de mis reportajes sobre él, parece estar en Londres o New York más que en Alicante.
El Portal es un espacio creado para disfrutar a cualquier hora del día. Carlos Bosch ideó este Restaurante/Bar/espacio para tomar copas, único en su especie y con un ambiente de satisfacción plena producido por la mejor selección de música de todos los tiempos que se adapta al perfil global de los clientes del local.
Tuve la oportunidad de ver a mi amigo y su último fichaje de lujo, Joao Eusebio, Bartender profesional de origen Portugués, con 36 años y con una amplia experiencia en el mundo de la hostelería que será el responsable de todo el proyecto de coctelería de El Portal.
En este lugar tan singular, de nuevo Bosch se diferencia de todo el sector con la creación de un nuevo y fascinante concepto gastronómico, al que ha llamado “La Table Krug”, el único “Ambassade” de la prestigiosa firma de Champagne Krug en el mundo.
La experiencia comienza con la exquisita recepción del equipo de El Portal a nuestra llegada.
Bajo el amparo de una sofisticada lámpara, única y de cristal Murano, que bien podría representar la cortina de burbujas que el Champagne crea al servirse en la copa, se sientan los comensales que puedan permitirse pagar 190 euros por el siguiente menú.
La carta que se entrega a los comensales indica un número que debemos introducir en la APP de Krug, toda la información sobre nuestro primer Champagne cobra vida en la pantalla del móvil o Tablet:
Krug Grande Cuvée
Recibió su corcho: 2014/2015
El vino más antiguo: 1990
El vino más joven: 2007
Blend: 183 vinos de 12 años diferentes
Frescura en boca que muestra notas de cítricos como el pomelo o el limón pan tostado, avellanas, turrón, y frutas escarchadas, manzanas verdes, flores en flor, frutos maduros y secos, almendras, mazapán, pan de jengibre, especias dulces e incluso brioche y miel. Un Champagne que aceptará el paso del tiempo con brillantez.
En forma de aperitivo y para compartir acompaña a este delicado Champagne:
Jamón Ibérico de bellota Maldonado, acompañado del imprescindible tomate y el crujiente pan El Mossen y aceite verde Esmeralda, el mejor de los principios que mis raíces paternas catalanas agradecen.
Cecina de León Discarlux cortada a cuchillo, esa joya seleccionada de sus mejores reses gallegas por José Portas y Carlos Ronda, un oficio que debería ser elevado a la categoría de arte culinario.
Huevas de Mujol en media curación (selección de Vicente Leal) otro arte que daría para un reportaje de incontables páginas, los salazones de esta zona, todo un manjar de dioses.
La música seleccionada y mezclada en directo por el dj del El Portal, libera de forma muy beneficiosa la dopamina en mi cerebro como también lo hacen la comida, el sexo…
me declaro inducido por ella y mi estado de ánimo se sitúa en el grado máximo de satisfacción.
Seguiremos con el mismo Champagne para abordar otro vuelco de placer en nuestro organismo, ahora con “Caviar iraní Beluga 000 con pan y mantequilla” ¿y qué se puede decir o manifestar ante la evidencia de la excelencia?, solo rendir pleitesía y gratitud a la naturaleza.
A continuación el menú incluye una Gamba Roja de Denia a la plancha que nosotros ya probamos el día anterior, el chef nos sugiere sustituir por unas exquisitas Cigalas de roca que aprobamos con mucha satisfacción, sobre todo al devorarlas hasta dejar su pobre resto óseo triturado por nuestras mandíbulas depredadoras, nada quedó de aquellas tersas carnes, ni siquiera el mar de su propio jugo que en el fondo del plato esperaba librase de ser mojado con un rico par artesano.
El sumiller llega con el siguiente Champagne para iluminar más, si cave, nuestra mesa:
Krug 2002
Recibió su corcho: en verano de 2015
El vino más antiguo: 2002
El vino más joven: 2002
Blend: PN(40%), CH(39%), M(21%)
En nariz presencia de fruta como elemento sutil predominante, destacan aromas de naranja con notas de regaliz y galleta de chocolate. En boca de nuevo frutas frescas, tropicales, silvestres y cristalizadas. Frutas rojas, blancas y cítricos con notas de cassis, chocolate, cáscara de naranja confitada, cacao en grano, miel con toques de humo y tostadas.
Primer plato en armonía con esta añada extraordinaria de Krug, Yema de huevo, patata, panceta y trufa negra
Un Atún Rojo Balfegó con ortiguillas, con una base de salicornias es el segundo plato con el que navega el Krug 2002. El regular, estable y sostenible atún Balfegó que llega en este plato garantiza un atún sin estrés y con la grasa más saludable. Dos puntos uno cálido al ser marcado y otro crudo que guarda el interior de la pieza de este rico lomo.
Krug Rosé
Recibió su corcho: en otoño de 2014
El vino más antiguo: 2000
El vino más joven: 2007
Blend: PN(47%), CH(37%), M(16%)
En nariz entramos en una confitería fina de París para encontrar hojaldre y tarta de arándanos rojos, con notas de miel y cítricos.
La boca nos muestra notas florales y de fruta seca o compotada.
Un acertada elección para acompañar a un Pichón en tres cocciones que llega presentado en dos platos, con un paté del hígado del pichón con brandy, de notas dulces muy agradable. La otra parte del pichón llega con una patita crujiente y una pechuga en cocción perfecta.
Unos clásicos Frutos Rojos con helado de mascarpone cierran esta comida que de nuevo me hizo sentirme en las nubes viajando entre burbujas en esa exclusiva Table Krug a la que auguro un éxito seguro.